En México el Día del Niño y la Niña se celebra cada 30 de abril, pero la conmemoración a la niñez es universal, así lo indicó la Convención sobre los Derechos del Niño.
Desde mediados del siglo XIX en Francia, se tenía la iniciativa de ofrecer protección especial a los niños, comenzaron a proteger a los niños en su área laboral y posteriormente se garantizó el derecho a la educación.
Los rezagos de la Segunda Guerra Mundial tuvieron fuertes consecuencias en miles de niños, por ello, en 1947 se creó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (conocido como UNICEF). Al principio, la UNICEF sólo centraba su atención en jóvenes europeos víctimas de la guerra. Pero con el tiempo se convirtió internacional y comenzó a buscar el bienestar de niños en ‘’vías de desarrollo’’.
En la actualidad, idealmente, los niños poseen más derechos de los que no habían tenido nunca antes en la historia, sin embargo, eso no indica necesariamente que los niños no sean vulnerables ante el hambre, el abuso sexual, el tráfico de menores o el hambre.
Fue debido a los estragos que dejó la Segunda Guerra Mundial que se volvió urgente proteger a la niñez, estableciendo así programas para que los niños, niñas y adolescentes, tuvieran acceso a los derechos básicos: educación, buena salud, agua potable y alimentos.
El propósito es garantizar la fraternidad y la comprensión de las infancias del mundo.