Meditar te centra en el aquí y en el ahora. Te permite escapar de estar pensando en el pasado y deprimirte… o bien estar pensando en el futuro y llenarte de ansiedad. Al meditar y respirar podrías tener beneficios para tu salud.
Meditar: El cuerpo descansa
Cuando tu cuerpo logra estar en modo de reposo, también te sentirás más tranquilo. Esto ayudará a reducir el estrés y brindar beneficios a tu sistema inmunológico.
Al meditar podrás controlar el consumo de oxígeno, la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. Todo esto reducirá el estrés inflamatorio y ayudará a tu respuesta inmunológica.
Por otro lado la meditación contribuye de forma positiva a la salud intestinal, y esto a su vez ayuda a la función inmunológica saludable.
Reduce la hormona del estrés
El cortisol es conocido como la hormona del estrés y ésta puede reducirse de forma importante gracias a la meditación. Cuando las personas están crónicamente estresadas sus niveles de cortisol son muy altos y pone en riesgo su salud.
Meditar ayuda a las personas a relajarse, reducir la ansiedad y evidentemente reducir los niveles de cortisol y a su vez del estrés.
¿Cuánto tiempo meditar?
En realidad con una sola sesión comenzarás a sentir los efectos benéficos de la meditación. La práctica de cualquier actividad nueva resulta en neuro plasticidad (esto es el crecimiento de nuevas conexiones neuronales). Así que mientras más meditas se harán esas conexiones neuronales y mejorarás la función inmunológica.
Ahora, asegúrate de empezar poco a poco. No intentes hacer una práctica “perfecta”. Empieza con el tiempo que te resulte cómodo. Si durante tu meditación tu mente comienza a pensar otras cosas, suavemente devuelve tu atención al foco de tu meditación. Mientras más practiques, mejorarás con el tiempo y podrás notar los beneficios.