De seguro alguna vez has escuchado que poner clavos oxidados en tus macetas les ayudarán a tus plantitas a crecer. A pesar de que suene como algo poco ortodoxo, la realidad es que este truco casero es muy efectivo y aquí te explicaremos porqué.
Poner clavos oxidados en las macetas o huertos es un tip que se remonta al tiempo de las abuelitas, cuando se buscaban formas para que las plantitas crecieran y aunque muchos creen que es solo una creencia de gente mayor, la realidad es que este sencillo pero poderoso truco hace que las plantas crezcan sanas y fuertes sin necesidad de mucho.
Esta clase de clavos las podemos encontrar en todas las casas y suelen aparecer cuando dejamos estos pequeños metales a la interperie. Cuando esto sucede solemos tirarlos y reemplazarlos, sin embargo puedes reutilizarlos para tus plantas.
¿Por qué es bueno colocar clavos oxidados en tus macetas?
Cuando aparece la capa rojiza en los clavos significa que están oxidados, esto quiere decir que los clavos contienen óxido de hierro, el cual se forma cuando el hierro y el oxígeno reaccionan ante la presencia de humedad en el aire.
Este mineral es esencial para el crecimiento y el desarrollo de las plantas, pues les ayuda a respirar correctamente. Además, les beneficia para llevar acabo el proceso de clorofila. Para que todo esto ocurra te debes asegurar de que la tierra esté absorbiendo el óxido de hierro, así las plantas mantendrán su estructura. Puedes recurrir a dos métodos para lograrlo:
- Colocar varias piezas de clavos oxidados alrededor de la planta.
- Otra opción es poner a hervir un litro de agua hasta su punto de ebullición en donde se colocan los clavos, en cuanto suceda debes retirarlo del fuego y dejarlo reposar durante 15 minutos. Una vez pasado el tiempo y que el agua se encuentre fría puedes usarla como agua de riego para tus macetas, jardín o huerto.