Este viernes 21 de julio celebramos una jornada muy especial, el Día Mundial del Perro. Es una ocasión perfecta para rendir homenaje a esos amigos leales y peludos que enriquecen nuestras vidas.
¿Te has preguntado alguna vez cómo llegó ese fiel amigo a tu lado? Pues bien, hay una hermosa leyenda originaria norteamericana que dice que incluso antes de que el mundo existiera tal como lo conocemos, el perro ya estaba ahí, siempre leal, siempre listo para la aventura.
Los orígenes de nuestros amigos perrunos se remontan a más de 30.000 años atrás, cuando el humano domesticó por primera vez al lobo. Un pacto inquebrantable se formó: "Yo te cuido de noche, tú me alimentas de día". Desde entonces, hemos avanzado juntos, evolucionando de la mano en una simbiosis perfecta.
En el viaje de la evolución, nuestros amigos caninos han jugado roles esenciales, desde colaborar en las cacerías hasta llevar cargas pesadas. Pero más allá de su utilidad, el vínculo que formamos con ellos es inmenso. Nos hacen reír, nos consuelan cuando estamos tristes, y siempre están listos para una sesión de mimos.
Cuando los humanos migraron a América, llevaban consigo a sus compañeros peludos, dando lugar a una amplia variedad de perros a lo largo y ancho del continente. Los verás en todas partes, desde los emblemáticos perros sin pelo de México, Perú, Bolivia y Argentina, hasta los amados callejeros que deambulan por nuestras calles.
En su día, rendimos homenaje a todos ellos, desde los heroicos Laika, Lassie y Rintintin, hasta el adorable Beethoven y los valientes perritos callejeros que resisten a pesar del frío, el hambre y la enfermedad. Ellos, que a pesar de todo, aún mueven la cola al vernos y nos demuestran un amor incondicional.
El perro no es solo nuestro mejor amigo, es nuestro compañero en esta travesía llamada vida. En este día tan especial, hagamos una reflexión sobre cómo tratamos a estos seres que tanto nos dan y a menudo reciben tan poco a cambio.
A todos los perros del mundo, ¡feliz día! Gracias por todo el amor y la felicidad que nos brindas. Nosotros, tus amigos humanos, nos comprometemos a protegerte, a alimentarte y, sobre todo, a amarte, como lo mereces.
¡Arriba esos ladridos de celebración!