El ramen, esa sopa japonesa que ha enamorado a millones alrededor del mundo, es más que un simple plato: es una experiencia. Esta sopa caliente, consumida diariamente en las calles de Japón, ha sido protagonista de muchas series y películas japonesas. Sin embargo, el sabor y aroma del ramen real son insuperables y, si te atreves, puedes llevar ese rincón de Japón hasta tu cocina.

Imagínate disfrutando de un bol de ramen casero antes de tu rutina de meditación o entrenamiento de artes marciales. Es un sueño que hoy queremos ayudarte a realizar, aunque no te daremos la receta aquí, te compartiremos algunos puntos clave sobre este delicioso plato.

Los Fideos Ramen: Una Base Esencial Antes de cualquier cosa, hablemos de los fideos. Estos no son cualquier tipo de pasta. Se elaboran desde cero, con ingredientes base como harina y agua. A veces, se incorporan otros elementos, como huevos o kansui, un agua alcalina especial. El grosor y la textura del fideo pueden variar, y esto depende del estilo de ramen que quieras saborear.

El Corazón del Ramen: El Caldo El alma y corazón de cualquier ramen es, sin duda, el caldo. Esta base líquida es la responsable de darle el sabor distintivo a tu plato. Hay varios tipos, como el caldo de cerdo (tonkotsu), el de pollo (shio) y el caldo de soja (miso). Cada uno aporta su propia personalidad y sabor, haciendo que cada experiencia con el ramen sea única.

El Toque Final: Los Ingredientes Aparte de los fideos y el caldo, el ramen se completa con una variedad de ingredientes que potencian su sabor. Algunos de los más populares son las rebanadas de cerdo chashu, cebolla verde, alga nori y brotes de bambú. Por supuesto, no podemos olvidar el delicioso huevo cocido a baja temperatura. Sin embargo, la belleza del ramen radica en su versatilidad, por lo que la elección de ingredientes puede variar según tus gustos y el estilo del ramen.

Además, el ramen suele venir acompañado de diversos condimentos, como ajo picado, jengibre rallado, pasta de chile (tobanjan) y aceite de sésamo, que te permiten personalizar aún más tu experiencia culinaria.

Ramen de cerdo

Cocción 30 min 
Preparacion 15 min 
Total 45 min 
 

Ingredientes

1 kg de huesos de cerdo (como huesos de espalda y patas)
1 cebolla, cortada en cuartos
1 zanahoria, cortada en trozos grandes
1 trozo de jengibre fresco, cortado en rodajas
4 dientes de ajo, machacados
Agua suficiente para cubrir los ingredientes
1 cucharada de aceite de sésamo (opcional)
Sal al gusto

Para el montaje:
Fideos de ramen (2 porciones)
Rebanadas de cerdo chashu
Alga nori
Cebolla verde, picada
Huevo cocido a baja temperatura
Pasta de chile picante
Aceite de sésamo
 

Preparación

Lava los huesos de cerdo bajo agua fría para eliminar impurezas.
En una olla grande, agrega los huesos de cerdo y suficiente agua para cubrirlos. lleva a ebullición y hierve durante unos minutos.
Escurre los huesos de cerdo y enjuágalos bajo agua caliente. esto ayudará a eliminar cualquier impureza restante.
Limpia la olla y vuelve a poner los huesos junto con la cebolla, zanahoria, jengibre y ajo.
Cubre los ingredientes con agua y lleva a ebullición. reduce el fuego y deja que el caldo hierva a fuego lento durante varias horas (al menos 4-6 horas) para extraer los sabores y espesar el caldo. puedes agregar agua adicional según sea necesario.
Cuela el caldo para separar los sólidos. deberías tener un caldo espeso y sabroso.
Cocina los fideos de ramen según las instrucciones del paquete y escúrrelos.
Divide los fideos cocidos en tazones.
Agrega el caldo caliente sobre los fideos.
Coloca las rebanadas de cerdo chashu, las hojas de alga nori y la cebolla verde picada en la parte superior.
Si lo deseas, puedes agregar un huevo cocido a baja temperatura, un toque de pasta de chile picante y un chorrito de aceite de sésamo para dar más sabor.