La música triste parece ser el nuevo himno de la Generación Z. Spotify, el gigante de la música en streaming, lo ha confirmado, y lo está capitalizando. Pero, ¿qué hay detrás de esta tendencia? ¿Es realmente un reflejo de un estado emocional, o hay algo más?
Una Ola de Melancolía entre los Centennials
Recientes informes de Spotify muestran que, a nivel global, la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) prefiere sintonizar con canciones melancólicas. Tan es así que "triste" se ha convertido en el término más buscado en la plataforma por esta generación. Esta preferencia contrasta significativamente con los millenials, donde "triste" ocupa el puesto trece en búsquedas.
Bummer Summer: El Playlist de la Generación Z
Para abordar esta demanda, Spotify ha creado una lista de reproducción titulada "Bummer Summer". Esta selección cuenta con 50 pistas, incluyendo a artistas renombrados como Lana Del Rey, Frank Ocean, Billie Eilish, Phoebe Bridgers, Olivia Rodrigo, entre otros.
Más allá de la Música: Celebrando la Vulnerabilidad
Krista Scozzari, directora de marketing de Spotify para Norteamérica, aclara que esta tendencia refleja un cambio en la forma en que la Generación Z aborda la vulnerabilidad. En lugar de esconder sus emociones, los centennials están abrazando y compartiendo sus sentimientos, creando un espacio de autenticidad y expresión genuina.
La Música y el Bienestar Mental
Si bien las búsquedas de música triste han aumentado entre la Generación Z, se ha levantado una preocupación sobre si esto refleja un problema más profundo en el bienestar mental de los jóvenes. Sin embargo, no es necesariamente así. Spotify y varios expertos en el campo sugieren que esta música podría estar ayudando a los jóvenes a conectarse, entender y procesar sus emociones de manera saludable.
El Poder Sanador de la Música Triste
Michael Bonshor, experto en psicología musical, aporta una perspectiva interesante. Según él, las canciones tristes pueden ofrecer un medio para liberar y canalizar emociones. Estas melodías, con sus ritmos más lentos, pueden incluso tener un efecto calmante, ayudando a reducir la ansiedad y promover la relajación.
En resumen, la tendencia hacia la música triste entre la Generación Z puede ser menos acerca de la melancolía y más acerca de un deseo de conectarse y procesar emociones de manera auténtica. A medida que la música continúa siendo un refugio para muchos, es esencial entender y apoyar las formas en que las nuevas generaciones eligen expresarse y conectarse.