El atole, una dulce y tradicional preparación que se disfruta en diferentes partes de México, tiene sus raíces en la herencia prehispánica. Su nombre proviene del náhuatl "atolli", que significa 'aguado', derivado de las palabras "atl" (agua) y "tol" (diminutivo despectivo). Esta bebida ancestral se elabora no solo en México, sino que también es conocida en otros países de Centroamérica, como Guatemala.
El atole prehispánico se prepara a base de maíz cocido, molido y disuelto en agua, y su consistencia debe ser espesa. Los ingredientes y la forma de preparación varían según la región en la que se elabore. Hay una variedad infinita de sabores, y es una opción que nunca falta en las mesas durante los días fríos y las celebraciones del Día de los Muertos.
En esta ocasión, para aprovechar la temporada de calabaza de castilla, te diremos cómo puedes preparar un tradicional atole de calabaza. El proceso es similar al que se sigue con otros tipos de frutas. Así que no te pierdas los detalles.
Atole de calabaza
Ingredientes
2 tazas de puré de calabaza
3 tazas de agua
2 tazas de leche entera
1 taza de leche evaporada
1 ½ cda de fécula de maíz
1 cda de esencia de vainilla
1 varita de canela
½ taza de azúcar
Preparación
Añade la fécula de maíz en una taza de leche evaporada, revuelve muy bien y reserva.
En una licuadora añade el puré de calabaza con media taza de agua y procesa hasta que tengas una mezcla homogénea.
En una olla añade 3 tazas de agua junto con dos tazas de leche entera, media taza de azúcar; añade canela en raja, y esencia de vainilla, mantén a fuego medio hasta que suelte en hervor.
Posteriormente, integra la mezcla de calabaza y baja el fuego, revuelve y en forma de hilo añade la preparación de fécula de maíz.
Revuelve constantemente hasta que tome el espesor que deseas.
Una vez listo, retira del fuego y sirve.
El atole de calabaza es una excelente manera de abrazar los sabores otoñales y mantener viva la tradición de esta bebida ancestral. ¡A disfrutar!