Si alguna vez te has preguntado cómo lograr que tus filetes de pescado fritos queden suaves y jugosos, estás en el lugar correcto. Aquí te revelamos los secretos para prepararlos de manera casera y deliciosa.
Elige el pescado adecuado:
No todos los pescados son iguales cuando se trata de freírlos. Mientras que la tilapia es popular, otras opciones como el bacalao, la lubina, el lenguado o el huauchinango ofrecen sabores más intensos y jugosidad.
Reposo en el refrigerador:
Antes de rebozar los filetes, déjalos reposar en el refrigerador por al menos 30 minutos. Esto permite que se sequen un poco y absorban los sabores de las especias, garantizando una textura suave y una mejor adherencia del rebozado.
Prepara un rebozado ligero:
La clave está en utilizar harina de maíz o maicena con sal y especias, agregando un toque de bicarbonato de sodio o polvo para hornear para obtener una textura esponjosa. También puedes incorporar un poco de cerveza o agua mineral para una consistencia suave y aireada.
Fríe a la temperatura correcta:
El aceite debe estar a una temperatura entre 170 y 180 ºC para lograr un rebozado crujiente en aproximadamente un minuto, asegurando que el pescado se cocine uniformemente sin quemarse.
No sobrecargues la sartén:
Es tentador freír todos los filetes al mismo tiempo, pero es mejor hacerlo de forma gradual para evitar que el rebozado se vuelva aceitoso. Esto garantiza que cada filete conserve su textura crujiente y jugosa.
Con estos simples secretos, tus filetes de pescado fritos serán un éxito en cualquier ocasión. ¡Disfruta de una comida deliciosa y económica en casa durante las vacaciones de Semana Santa!