Si alguna vez has notado que tú o alguien cercano habla casi exclusivamente con referencias de internet como “tiene energía de novio golden retriever” o “enséñamelo, Rachel”, puede que estés presenciando una afección conocida como “brainrot” o “cerebro podrido” en español. Este término se refiere a los contenidos de internet de poco valor y a los efectos negativos de pasar demasiado tiempo consumiéndolos.
¿Qué es el "Cerebro Roto"?
El “brainrot” describe el estado en el que el cerebro se ve saturado por el consumo excesivo de contenido superficial en internet. Por ejemplo, pasar horas viendo videos en TikTok puede llevar a desarrollar esta afección, caracterizada por una constante referencia a memes y jerga de internet.
El Debate en Internet
La conversación sobre el “brainrot” ha ganado tanto terreno en internet que ha inspirado parodias y contenido humorístico. Usuarios como Heidi Becker en TikTok crean videos donde utilizan referencias de internet de manera rápida y continua, acumulando miles de me gusta y comentarios.
Orgullo en la Adicción
Aunque el término “brainrot” no es un cumplido, algunas personas lo adoptan con cierto orgullo. Un cuestionario de BuzzFeed titulado “Si apruebas este cuestionario sobre el ‘brainrot’, tu cerebro está cocido al mil por ciento” reta a los usuarios a demostrar cuánto conocen sobre las curiosidades oscuras de internet.
Reconocimiento y Preocupación
El fenómeno del “brainrot” también ha sido reconocido por investigadores del Hospital Infantil de Boston, quienes lo relacionan con el “uso problemático de los medios interactivos”. Michael Rich, pediatra y fundador del Laboratorio de Bienestar Digital, señala que muchos pacientes describen esta afección como una forma de trasladar su conciencia al espacio en línea, filtrando todo a través de lo que ven en internet.
Consecuencias y Acciones
El “brainrot” no solo afecta la capacidad de funcionar en el mundo físico, sino que también puede llevar a la competencia por pasar más tiempo en pantalla, similar a la obtención de puntuaciones altas en videojuegos. Aunque algunos reconocen el impacto negativo, no siempre toman medidas para reducir el uso obsesivo de internet.
Soluciones y Alternativas
Para abordar el “brainrot”, es importante cambiar la narrativa de “bueno frente a malo” a “sano frente a menos sano”. Los expertos sugieren que en lugar de satanizar el uso del teléfono y las redes sociales, se deben desarrollar hábitos en línea más saludables.
El “brainrot” es un fenómeno creciente que refleja cómo el consumo excesivo de contenido superficial en internet puede afectar nuestras vidas. Reconocer sus efectos y tomar medidas para equilibrar el tiempo en pantalla puede ayudar a mitigar su impacto y promover una relación más saludable con la tecnología.
Mientras que el internet y las redes sociales seguirán siendo una parte integral de nuestras vidas, es crucial encontrar un balance que nos permita disfrutar de sus beneficios sin caer en la trampa del “brainrot”. ¿Estás listo para reevaluar tu consumo de contenido en línea y adoptar hábitos más saludables?