Los frijoles y los quelites, alimentos fundamentales en la gastronomía mexicana desde la época prehispánica, son valorados no solo por su sabor, sino también por sus numerosos beneficios para la salud. Expertos de UNAM Global han resaltado las propiedades nutricionales de estos productos, que han sido parte esencial de la dieta mexicana durante siglos.
Los frijoles, ricos en nutrientes como niacina, riboflavina, ácido fólico y tiamina, además de minerales como hierro, zinc y magnesio, ofrecen beneficios que van desde la mejora de la salud digestiva hasta el control del colesterol y la glucosa en sangre. Su alto contenido en fibra soluble e insoluble contribuye a la prevención de enfermedades como la diabetes y el estreñimiento.
Por otro lado, los quelites, un grupo de plantas que incluye el epazote, los romeritos y la flor de calabaza, son una fuente abundante de vitaminas A y C, así como de minerales esenciales. Estos nutrientes fortalecen el sistema inmunológico, mejoran la cicatrización y refuerzan los vasos sanguíneos.
A pesar de sus beneficios, el consumo de frijoles y quelites ha disminuido con el tiempo. Los expertos subrayan la importancia de promover su consumo y realizar más estudios para resaltar sus propiedades nutricionales, con el objetivo de mantener su presencia en la dieta de los hogares mexicanos.