Investigaciones recientes han revelado que la falta de sueño está estrechamente relacionada con el aumento de peso y problemas metabólicos. Según expertos, el sueño no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también es crucial para regular hormonas clave como la insulina y la leptina, que controlan el metabolismo y el apetito.
Charlene Gamaldo, de la Universidad Johns Hopkins, señala que la falta de sueño puede aumentar el consumo calórico, mientras que Matthew Walker, de la Universidad de Berkeley, advierte que eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, contribuyendo a la acumulación de grasa abdominal. Los especialistas recomiendan mejorar los hábitos de descanso para mantener un peso saludable y un equilibrio hormonal adecuado.