Para muchas personas, bajar de peso es una prioridad, y el huevo puede ser una gran herramienta en este proceso. No se trata de dejar de comer, sino de aprovechar las propiedades de ciertos alimentos, y el huevo es uno de los más recomendados para incluir en la dieta diaria.
Según un estudio publicado en la American Journal of Clinical Nutrition, consumir huevo durante el desayuno es clave para quienes desean perder peso. Gracias a su alto poder saciante, el huevo ayuda a mantener la sensación de plenitud por más tiempo, lo que evita comer en exceso o recurrir a colaciones entre comidas. Esto se traduce en un control más eficiente de las calorías diarias, haciendo del huevo un aliado perfecto en cualquier plan de adelgazamiento.
Además, el huevo no solo ayuda a controlar el hambre, sino que también aporta energía prolongada. Una investigación publicada en Nutrition & Metabolism encontró que incluir huevo en el desayuno mejora el metabolismo, permitiendo que el cuerpo mantenga sus niveles de energía estables por más tiempo, lo que contribuye al bienestar general durante el día.
Para aquellos que buscan aumentar masa muscular, otro estudio de la American Journal of Clinical Nutrition señala que el momento ideal para consumir huevo es después de hacer ejercicio. Sus proteínas, junto con los ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, ayudan a reparar las fibras musculares y mejorar la recuperación tras el entrenamiento.
Sin embargo, es fundamental recordar que cualquier beneficio nutricional del huevo debe formar parte de una alimentación equilibrada, complementada con ejercicio regular y descanso adecuado. Consultar a un profesional de la nutrición es esencial para diseñar un plan alimenticio personalizado que se ajuste a las metas y necesidades de cada persona.