Un nuevo estudio ha cuestionado los beneficios del ayuno para la longevidad. Aunque se ha creído durante años que el ayuno y la restricción calórica son claves para vivir más, la investigación publicada en la revista Nature sugiere que la genética y la adaptabilidad son factores cruciales.
El estudio se llevó a cabo con casi mil ratones hembra que siguieron diversas dietas, incluyendo restricciones calóricas severas y ayuno intermitente. Los hallazgos revelaron que, aunque la reducción del 40% en la ingesta calórica alargó la vida de algunos roedores, no siempre mejoró su salud metabólica o cardiovascular. Curiosamente, los ratones que mantuvieron niveles adecuados de grasa y glucosa mostraron mayor resistencia al envejecimiento.
Además, el estudio enfatiza que la respuesta a la restricción calórica no es uniforme entre individuos. Aquellos ratones que conservaron más grasa corporal durante el envejecimiento tienden a vivir más, desafiando la noción de que menos grasa siempre es mejor para la longevidad.
A pesar de los prometedores resultados en ratones, los investigadores advierten que no se puede extrapolar directamente a los humanos. Hasta la fecha, los estudios sobre ayuno intermitente se han centrado en sus efectos metabólicos y en la pérdida de peso, sin evidencias concluyentes sobre su impacto en la longevidad. Si bien puede ofrecer beneficios de salud a corto plazo, aún no hay suficiente evidencia para afirmar que estas dietas prolonguen la vida humana de manera significativa.