En México, el café es una de las bebidas más populares, consumida por el 85% de la población, que ingiere entre 1 y 3 tazas al día. Esta bebida es conocida por sus propiedades beneficiosas para la salud, gracias a la cafeína y los polifenoles, compuestos antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades. Sin embargo, su consumo puede afectar los niveles de azúcar en la sangre, especialmente en personas con diabetes.
Para los adultos sanos, el café no tiene un impacto significativo en los niveles de glucosa. De hecho, consumir hasta 400 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a aproximadamente 4 a 5 tazas de café, se considera seguro y no tiene efectos negativos en la salud general. Sin embargo, la situación cambia para las personas con diabetes. La cafeína puede alterar la forma en que el cuerpo utiliza la insulina, lo que puede resultar en un aumento o disminución de los niveles de azúcar en la sangre.
En las personas con diabetes, se recomienda no consumir más de 200 miligramos de cafeína al día, ya que incluso una cantidad moderada puede provocar cambios significativos en los niveles de glucosa. Este efecto puede variar dependiendo de la persona, ya que la cafeína afecta a cada individuo de manera diferente.
Para aquellos con diabetes que desean disfrutar de los beneficios del café sin afectar sus niveles de azúcar, algunos expertos sugieren optar por café descafeinado. Este tipo de café ofrece los beneficios antioxidantes del café tradicional, pero sin el riesgo de alterar los niveles de glucosa en sangre.
Es fundamental que las personas con diabetes consulten a su médico antes de realizar cambios en su dieta o consumo de café, ya que cada caso es único y los efectos pueden variar.