Lograr alitas de pollo crujientes sin freírlas es posible gracias a un simple ingrediente que seguramente tienes en casa: polvo para hornear. Este secreto culinario transforma las alitas al absorber la humedad de la piel, dejando un exterior dorado y crujiente, ideal para recetas saludables.
Pasos para unas alitas perfectas
Preparación
Mezcla un sobre de polvo para hornear con tres cucharadas de maicena y tus condimentos favoritos, como pimentón, ajo en polvo, pimienta u orégano.
Secado y cobertura
Seca bien las alitas, cúbrelas con la mezcla y elimina el exceso con una ligera palmada.
Horneado
Precalienta el horno a 220°C, coloca las alitas sobre una rejilla con espacio entre cada pieza, y rocíalas con un poco de aceite en spray. Hornea durante 35-40 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo para un dorado uniforme.
Con este método, obtendrás alitas tan crujientes como fritas, pero más ligeras y saludables. ¿Te animas a probarlas?