El corrector de ojeras es un producto clave en el maquillaje diario, pero si se aplica incorrectamente, puede resaltar más las imperfecciones que disimularlas. Sin embargo, cuando se utiliza de la manera adecuada, no solo cubre las ojeras, sino que puede crear un efecto lifting inmediato, devolviendo firmeza a la piel y rejuveneciendo la mirada.

Para lograr este efecto, es importante evitar cubrir toda la ojera con una capa gruesa de corrector. En lugar de eso, utiliza el producto en pequeñas líneas estratégicas. Traza una línea bajo el lacrimal, otra que suba hacia la sien, una más en la aleta de la nariz y otra discontinua que pase debajo de la comisura del labio hasta casi la oreja. Luego, difumina bien.

Si deseas potenciar aún más el efecto lifting, puedes agregar un trazo bajo el arco de la ceja y otro sobre ella, cerca del inicio del cabello. También puedes extender la línea de la aleta de la nariz hacia arriba. Recuerda no cubrir el pómulo con corrector, para que éste resalte de manera natural. Para finalizar, usa colorete para marcar los contornos y lograr un rostro más definido.

Para aplicar correctamente, un corrector líquido con aplicador tipo esponja será lo más cómodo, ya que permite crear las líneas con precisión. Con esta técnica, no solo disimularás las ojeras, sino que también conseguirás una piel más firme y un rostro más luminoso.