“El compromiso mundial es erradicar la tuberculosis para 2030. La clave está en fortalecer la prevención, garantizando que millones de personas reciban tratamiento a tiempo para evitar el desarrollo de la enfermedad, reducir el sufrimiento y salvar vidas.”
— Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS (2020)
Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Pulmonares (IUATLD). La fecha recuerda el hallazgo del Mycobacterium tuberculosis en 1882 por el Dr. Robert Koch, descubrimiento que permitió avanzar en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
El objetivo de esta conmemoración es generar conciencia sobre el impacto de la tuberculosis en la economía y la salud pública, especialmente en los países en desarrollo. La enfermedad es causada por una bacteria que afecta principalmente los pulmones y, aunque es prevenible y curable, su propagación sigue siendo un problema global. Se transmite por vía aérea cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, liberando bacilos que pueden ser inhalados por otros.
Descripción general
La tuberculosis es una infección bacteriana que compromete principalmente los pulmones. Su transmisión es más frecuente en espacios cerrados y con alta concentración de personas. Quienes tienen un sistema inmunológico debilitado, como las personas con VIH/SIDA, corren mayor riesgo de enfermar. Aunque existen antibióticos eficaces, algunas cepas han desarrollado resistencia a los tratamientos convencionales.
Síntomas
Los médicos diferencian entre:
Tuberculosis latente: La bacteria está presente en el organismo, pero permanece inactiva y no genera síntomas. No es contagiosa, aunque puede activarse con el tiempo si no se trata.
Tuberculosis activa: Se manifiesta con síntomas y puede transmitirse a otras personas. Puede presentarse semanas o incluso años después de la infección inicial.
Los síntomas incluyen:
- Tos persistente por más de tres semanas
- Tos con sangre o moco
- Dolor torácico al respirar o toser
- Pérdida de peso inexplicable
- Fatiga
- Fiebre
- Sudoraciones nocturnas
- Escalofríos
- Falta de apetito
La tuberculosis también puede afectar otros órganos, como los riñones, la columna vertebral o el cerebro, provocando síntomas específicos según la zona afectada.
Impacto global y respuesta
Según la OMS, cada día mueren aproximadamente 4,500 personas por tuberculosis y 30,000 contraen la enfermedad. A pesar de ello, los esfuerzos internacionales han permitido salvar 54 millones de vidas desde el año 2000 y reducir la tasa de mortalidad en un 42%. En 2018, los Jefes de Estado celebraron la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Tuberculosis, reafirmando su compromiso para erradicar la enfermedad.
No obstante, la pandemia de SARS-CoV-2 representó un desafío adicional, ya que el confinamiento incrementó el riesgo de contagio en hogares con personas enfermas. Ante esta situación, la OMS recomienda:
- Ampliar el acceso al tratamiento preventivo en grupos de alto riesgo, como familiares de pacientes con tuberculosis y personas con VIH.
- Integrar el tratamiento preventivo en los servicios de detección de casos activos.
- Realizar pruebas especializadas para detectar infecciones.
La lucha contra la tuberculosis en México
México cuenta con el Programa de Acción Específico, Prevención y Control de la Tuberculosis, basado en la Norma Oficial Mexicana NOM-006-SSA2-2013. Este plan guía los servicios de salud para una atención uniforme e integral, considerando factores sociales que influyen en la enfermedad.
El programa establece metas e indicadores para evaluar el impacto de las estrategias implementadas. Su éxito depende de la colaboración entre el sector público, privado y organizaciones civiles, coordinadas por la Secretaría de Salud.
La erradicación de la tuberculosis para 2030 sigue siendo un desafío, pero con acciones coordinadas y un esfuerzo conjunto, es posible lograrlo.