Regar las plantas puede parecer sencillo, pero hay muchos factores que influyen en su correcto desarrollo. Cada especie tiene necesidades específicas y un riego inadecuado, ya sea por exceso o falta de agua, puede afectar su crecimiento. Estos consejos te ayudarán a identificar la mejor forma de hidratarlas y evitar errores comunes.
¿Es recomendable usar agua del grifo?
Si bien la mayoría de las plantas pueden regarse con agua del grifo, algunas más delicadas requieren agua filtrada o incluso de lluvia para evitar daños.
La importancia de la temperatura
Independientemente del tipo de agua, es mejor utilizarla a temperatura ambiente. Si está demasiado fría o caliente, podría afectar las hojas. Para evitar esto, deja reposar el agua unos minutos antes de regar.
¿Cuánta agua necesita cada planta?
Cada especie requiere una cantidad diferente de agua. Las plantas tropicales, como los filodendros, necesitan riego frecuente debido a sus hojas grandes, mientras que los cactus y suculentas deben regarse solo cuando la tierra esté completamente seca. Para saber si una planta necesita agua, introduce un dedo en la tierra hasta la primera falange: si está seca, es momento de regar.
¿Cuál es la mejor hora para regar?
Regar por la mañana es más recomendable que hacerlo por la noche. Así, las gotas en las hojas se evaporan durante el día y se reduce el riesgo de enfermedades provocadas por la humedad.
¿Cómo regar correctamente?
Es importante empapar bien la tierra hasta que el agua escurra por los orificios de drenaje. Si queda agua en el platillo, deja que la planta la absorba unos minutos y luego retírala para evitar que las raíces se pudran. También puedes regar desde la base colocando agua en un recipiente bajo la maceta hasta que el sustrato deje de absorber. Este método es ideal para especies como cactus y suculentas, que prefieren evitar la humedad en sus tallos.
¿Cómo controlar la humedad?
Incluso con buen drenaje, el exceso de agua puede dificultar la oxigenación de las raíces. Hojas amarillas, falta de nuevos brotes o un olor desagradable en la tierra pueden ser señales de riego excesivo. También pueden aparecer mosquitos de hongos, indicando que la humedad es demasiado alta.
Si la planta ha recibido demasiada agua, deja que la tierra se seque antes de volver a regar. Si el problema persiste, trasplántala a una maceta con tierra fresca y recorta las raíces dañadas con tijeras de podar. Con estos cuidados, tus plantas crecerán sanas y fuertes.