El cáncer de próstata es el más frecuente en varones en España (27.800 diagnósticos en 2012, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, Seom). Aunque la mayoría tiene un tratamiento sencillo, es el tercer cáncer por mortalidad en hombres, con 5.481 fallecimientos en 2012, solo por detrás de las neoplasias colorrectales y de pulmón. Ello se debe a que hay un 15% especialmente agresivo (los llamados cánceres resistentes a la castración), indica el oncólogo del Mount Sinai de Nueva York Josep Domingo-Domenech, que es investigador principal de un equipo que ha encontrado un gen, el GATA2, especialmente activo en estos tumores más peligrosos. Han publicado el trabajo en Cancer Cell, en la que es portada.
El GATA2 es un gen relacionado con la diferenciación y desarrollo de los organismos eucariotas (que tienen células complejas como las de los humanos), que también se ha vinculado a algunos cánceres de sangre y pulmón. En este caso los investigadores han descubierto una ruta, una cascada de procesos que empieza en el GATA2 (por eso lo llaman gen maestro), y que llega a las fases que influyen en la proliferación celular.
Esas reacciones en cadena involucran en cada paso a nuevos genes (o a sus proteínas, que es lo que de verdad actúa). En esa sucesión de procesos es importante el IGF2, otra de las proteínas (en este caso, un factor de crecimiento) involucradas. Y lo es, entre otras causas, porque ya hay fármacos que son bien tolerados por las personas y que lo inhiben. “El problema es que no basta con parar el cáncer; hay que rematarlo”, ejemplifica Domingo-Domenech para explicar que el uso de esos medicamentos no baste para curar o combatir este cáncer. La idea es mezclarlo con quimioterapia. “Estamos en el proceso de diseñar el estudio clínico para probar en breve la combinación en pacientes y nos gustaría que en este estudio participaran centros hospitalarios españoles”, dice el oncólogo.
Pero el descubrimiento del gen es solo una parte de los avances del grupo de Domingo-Domenech, quien resalta que entre los firmantes del artículo hay otros ocho científicos españoles que trabajan en centros estadounidenses. Parte importante del desarrollo cuenta con una ayuda extra: la posibilidad de fabricar ratones que tengan el mismo tumor que el paciente. “Esto ya se conocía, pero nosotros hemos conseguido hacerlo de una manera mucho más sencilla”. Para sembrar un tumor en un animal, había que practicar una cirugía al enfermo para obtener sus células malignas. “Esto era costoso y peligroso, y no siempre se podía hacer”, explica el médico. Lo que el equipo ha logrado es conseguir las células tumorales de la sangre periférica de los pacientes. “Es un procedimiento bastante simple y barato”, afirma. Para pescar esas células se usan marcadores de superficie, que identifican cuáles son oncológicas y cuáles no. Luego, con el resultado de esta selección, se inocula a los ratones para que generen el cáncer.
Las ventajas de este procedimiento son varias. “Se trata de auténtica medicina personalizada”, dice el investigador, ya que “cada paciente podrá tener un ratón avatar”, con exactamente su cáncer. Además, el proceso se puede repetir las veces que haga falta. “Muchas veces se toma una muestra del paciente al principio, cuando tiene un tumor primario, pero si este progresa y maligniza, no lo tenemos y, además, puede ser que el enfermo esté tan débil que no se pueda tomar una muestra otra vez”.
Con la generación de ratones con el mismo cáncer que cada paciente, se pueden probar en él los tratamientos antes de dárselos al paciente. “Ahora que se habla tanto de lo caros que son los fármacos, es una medida de auténtico ahorro, porque se evita darles medicamentos que no les van a servir”, afirma Domingo-Doménech. La técnica es “tan simple que ya se está probando para usarla en los otros cánceres más frecuentes, como el de mama, pulmón y colon”, dice.
Este método está muy relacionado con la llamada biopsia líquida, que consiste en hacer el seguimiento de un tumor a partir de las células en la sangre. Según dijo Eduardo Díaz-Rubio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en unas jornadas sobre cáncer que organizó el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) la semana pasada, esta técnica de las biopsias líquidas es una de las herramientas más potentes que se espera que se incorporen al tratamiento de cáncer. [Fuente: elpaís]