Para nuestra generación, el trabajo de escritorio se ha convertido en algo común, diferentes investigaciones confirman que este hábito está lejos de hacer bien al ser humano.
Por ejemplo, en promedio quemamos poco menos de 200 calorías en el trabajo, en comparación en como se hacía en 1960. Al agregar una hora más a la jornada laboral, se incrementó la posibilidad de adquirir enfermedades como diabetes y padecimientos cardiovasculares.
Según datos oficiales, en el Reino Unido, un cuarto de los días de trabajo perdidos tuvieron origen en dolores musculares, de cuello y espalda.
Hacer ejercicio el fin de semana no es suficiente. Es como dormir, las horas de sueño no dormidas no se pueden recuperar. Se tiene que convertir en una actividad diaria.
Las autoridades del Public Health England recomiendan lo siguiente:
Estar dos horas al día de pie y con poca actividad, y poco a poco aumentar hasta llegar a las cuatro horas diarias.
Tratar de romper con esos largos periodos sentado. Es muy recomendable tener una mesa alta para trabajar por un rato de pie.
Además de adoptar un estilo de vida más saludable, y cambiar de alimentación, las empresas deben invitar a los empleados a ser más activos en el trabajo.
Trabajar de pie puede ser incómodo al principio, sólo es cuestión de paciencia para acostumbrarse a la nueva rutina. En este caso, es posible tomar descansos para sentarse un rato.