En 1997 se hizo el último sondeo de la población de la vaqueta marina (Phocoena sinus). Tras el sondeo más reciente, se descubrió que en el Golfo de California sólo quedan cerca de 60 de estos animales. Esta población representa una reducción del 92% desde 1997.
Este censo fue realizado por Barbara Taylor, del Centro de Ciencias de Pesca del Sudoeste en la Jolla, California, y Lorenzo Rojas-Bracho, del Instituto Nacional de Ecología en la Ciudad de México. Así se confirmó que las medidas que han tomado las autoridades mexicanas para frenar la disminución de la población de este animal no son, ni serán, suficientes.
La amenaza que hay en contra de este mamífero marino está en la cacería del totoaba, otro pez en peligro de extinción. Este pez, que es de un tamaño similar a la vaquita, es cazado en el Golfo de California por la alta demanda que tiene en China. Las autoridades nacionales prohibieron temporalmente el uso de las redes que se usan para capturar al totoaba, pues con estas afectan también a la vaquita. Sin embargo, la prohibición no ha frenado este problema, pues al ser una medida temporal no ha llevado a los pescadores –en muchos casos ilegales– a encontrar otro método de pesca.
Ahora, la amenaza verdadera a la vaquita es esta red. Si se recupera el uso de esta red el año que entra, Rojas-Bracho y Taylor estiman que para el 2022 desaparecerá este animal, por lo que señalan que se deben de implementar medidas más rigurosas y controlar aun más la pesca, pues con la ilegalidad en esta actividad no hay manera de incentivar a los que actúan fuera de la norma a cuidar a esta especie. | CE