Puede que aún no nos crean, así que tendremos que demostrarlo por medio de un ejemplo. Por eso es que les hablaremos de Noah Patterson, un chico de 18 años que simplemente se dedica a sentarse frente a varias pantallas para dedicarse a trabajar en diferentes tareas: trabajar en un proyecto, jugar videojuegos y mirar clips de YouTube.

Según lo que este jovencito dice, usar su tiempo para arreglar una cita con una chica o incluso un encuentro casual, es un desperdicio. Esto es un poco de lo que tiene que decir al respecto:

“Para una cita normal, tendrías que pasar al menos dos horas, y en esas dos horas no estaría haciendo algo que disfruto.”

Pero no vayan a pensar que no le gustan las chicas. De hecho, sí le gustan pero hay cosas que también requieren de su atención; cosas en internet, por supuesto.

“Disfruto de su compañía, pero no es una parte significante de mi vida.”

Noah no ha tenido sexo nunca en su vida, pero deja claro que no es algo que le ayude a tener un futuro prometedor.

“Preferiría estar viendo videos de YouTube o haciendo dinero. El sexo no es algo por lo que te van a preguntar en tu currículum.”

En caso de que Noah no haya sido suficiente, tenemos la situación con Sam.

Sam Wei es una analista financiera de 26 años que vive en Chicago. La chica no ha tenido relaciones sexuales desde que terminó con su última pareja hace un año y medio; aunque dice que de vez en cuando tiene sus ondas con algunos chicos.

“Para mí, hay más intimidad al tener a alguien junto a ti en quien puedas confiar, que alguien con quien sólo se tiene sexo. No quiero hacer nada que pueda dañar la relación y de lo que no se pueda regresar.”

Así es, eso es lo que piensa este muchacho. Pero de acuerdo a un estudio presentado en The Washington Post, este reveló que los millennials están teniendo sexo mucho menos que otras generaciones antes que la suya.

Según lo que se puede leer en esta investigación, los jóvenes millennials nacidos en la segunda mitad de los años 90, tienden a ser más inactivos sexualmente a los 20 años. Incluso los que son un poco mayores son más activos que este grupo. Es más, hasta la misma generación X tiene más suerte que ellos en esos asuntos.

La razón, por supuesto, es que la tecnología es mucho mejor. Si no, ¿qué otra razón habría?

Por eso es que hay otros expertos que están preocupados por el modo en que esto pueda repercutir en otros aspectos de sus vidas. Después de todo, ellos tienen diferentes modos de interpretar una conexión romántica, ya que basan su interés en la expectativa de perfección física, que sólo pueden ofrecer las apps de citas y las redes sociales.

Una vez dicho esto, sólo podemos preguntarnos a dónde nos conducirán las próximas generaciones. ¿Nos veremos totalmente extintos en algunas siglos? No sabemos, pero por como van las cosas, ese podría ser un pensamiento no tan descabellado.