Uno de los 11 osos pardos que viven en el zoológico de Pairi Daiza (Bélgica) decidió subirse a un árbol de 18 metros de altura motivado por alcanzar un suculento nido de pájaros situado en la copa.
La escena, más que extraordinaria, resultó de lo más curiosa y llamativa para los espectadores cuando el animal decidió parar a descansar en un momento dado sobre una rama cuya consistencia no parecía lo suficientemente sólida para sujetar el peso del plantígrado.
Lo cierto es que los osos son excelentes trepadores de árboles, una habilidad que aprenden desde cachorros y que les sirve tanto para refugiarse tras una huida o una amenaza, como para cazar alguna presa que se encuentre en lo alto.
El oso del zoológico de Bélgica, vio inalcanzable su preciada recompensa y terminó bajando después de varias horas.