En Múzquiz, Coahuila, donde el pasado 4 de junio siete trabajadores de una mina de arrastre en el ejido rancherías murieron tras quedar sepultados por una inundación, se ha difundido la historia de un perrito, “Cuchufleto”, que pertenecía a uno de los mineros fallecidos, que desde el día del accidente sigue yendo a la mina a buscarlo.
“Se va todos los días a la mina a diferentes horas, este, casi no quiere comer por lo mismo, yo creo porque le faltó ver el cuerpo de mi padre”, dijo Jesenia Cruz Briseño, hija de minero fallecido.
El es “Cuchufleto”, quien desde el pasado 4 de junio permanece afuera de la mina Micarán, en el ejido Rancherías del municipio de Múzquiz, Coahuila.
Espera a que salga su amo Gonzalo Alberto Cruz Marín, uno de los siete mineros que murieron al inundarse la mina.
“El se iba con él a las seis y media de la mañana. Mi esposo se iba y el se iba con él, el iba e incluso se metía hasta dentro con él a la mina, ya ve que ahí está todo oscuro, abajo y mi esposo con su lámpara y él como se metía con él en la oscuridad”, comentó Sandra Idalia Briseño, viuda de minero.
Desde el día del accidente, “Cuchufleto” se mantuvo en el exterior de la mina, día y noche en espera de ver aparecer a Gonzalo.
“Desde que el se quedó, desde el viernes, sábado, domingo, hasta el domingo que a mi esposo lo sacaron, este que ya lo fuimos a velar y a enterrar ese mismo domingo, ya en la tarde él regresó, el perro y aquí se quedó echado o sea que él si se paraba a tomar agua, pero no comía y estaba triste”. Sandra Idalia Briseño, viuda de minero:
“Cuchufleto” quién es conocido ahora como el “Hachiko” de Coahuila, regresa todos los días a la mina después de recorrer más de un kilómetro desde su casa.
Ingresa a la mina, olfatea, busca y con su mirada triste espera por horas a que Gonzalo salga de la cueva.
“Si busca a mi padre, todavía va a la mina, este, entre otras gentes he oído comentarios que dicen que va y rasca todavía la mina, este, por lo mismo que le faltó ver el cuerpo”, afirmó Jesenia Cruz Briseño, hija de minero fallecido.
“Todavía él se va a la mina, todavía va y lo busca a lo mejor piensa que mi esposo ahí está todavía, se echa sus vueltas y se regresa y se queda echado. Sabe que día estaba llore y llore, en un grito, así como un quejido, como uno cuando llora que le duele algo, así lo oímos que estaba llorando el muy fuerte, es el dolor que el siente por la ausencia de mi esposo que no lo ha visto”, concluyó Sandra Idalia Briseño, viuda de minero.
“Cuchufleto” se ha ganado el cariño de la gente y de los mineros que lo saludan y le dan algo de comer, mientras que espera a que regrese Gonzalo.