Los antecedentes de esta votación usted lo sabe, pues desde hace 10 meses el priísmo, al menos en el Congreso local, ha entrado en una lucha por quedarse con los principales cargos dentro del Congreso local, y a final de cuentas no ha sabido aprovechar su mayoría abrumadora en el Congreso local.
Basta recordar como el pasado noviembre, surgió la primera rebelión en la bancada priísta, en contra de aquel que pretendió asumirse como el líder moral de los diputados del tricolor, el ex dirigente estatal Guillermo del Valle Reyes, quien al perder en los tribunales electorales de la Federación la oportunidad de ser diputado por la vía plurinominal, presionó a los congresistas afines a su corriente para crearle un nuevo cargo: el de secretario general de la Cámara de Diputados.
El afán de crearle al ex líder partidista un cargo acorde a su peso político, los priístas iniciaron mal las negociaciones, cediendo los espacios con tal de que Del Valle Reyes llegara a tal posición. El desenlace es conocido por todos, el ex dirigente partidista tuvo que salir en medio de una rebelión que se gestó al interior de su partido.
La sesión de hoy no deja de ser igual de importante, pues los del tricolor tendrán que designar dentro de su grupo, constituido por 15 miembros, al diputado que fungirá como presidente de la Mesa Directiva.
La designación no es nada sencilla, es más, el problema está adentro de la bancada parlamentaria, porque los legisladores de otros partidos han acordado sumar sus 15 votos para designar al que los propios priístas consideren tendrá la capacidad para ocupar tal posición.
Sin embargo, insisto, el problema no es fácil, y si no preste usted atención a los nombres de los candidatos.
El primero de ellos es Jorge Arizmendi García, quien al inicio de esta Legislatura se asumió como el enemigo acérrimo de la corriente de Sánchez Cortés, a la que acusó de que junto con Guillermo del Valle Reyes, pretendían quedarse con todas las posiciones y además de pretender manejar a los diputados a su conveniencia.
Hoy, Arizmendi García se ha convertido en aliado de estos dos personajes, con los que pretende conducir el destino de la bancada parlamentaria.
El otro es David Salazar Guerrero, quien le dio albazo a Arizmendi García, despojándolo del órgano más importante al interior del Congreso del Estado, la Junta Política y de Gobierno.
Salazar Guerrero fue criticado por su falta de lealtad, pues al inicio de la Legislatura fuerte y quedito aseguraba haber conseguido un curul gracias a los oficios de su líder moral, la ex candidata al Gobierno del Estado Sánchez Cortés.
El diputado duró muy pocas semanas al frente de la Junta Política, ya que recibió una sopa de su propio chocolate, y los legisladores del tricolor afines a Guillermo Del Valle le cobraron la factura, dejando en su lugar a Julián Abarca Toledano, un mozalbete de nula experiencia política que obedece al pie de la letra las instrucciones de otros diputados.
El otro es Javier Mújica Toledo, diputado por Jiutepec, que dio una de las sorpresas en las pasadas elecciones derrotando en urnas al ex edil panista de este municipio, Demetrio Román Isidoro.
Este diputado ha sido criticado por sus propios compañeros de ser inexperto en cuanto a las negociaciones políticas se refiere, pero representa a un bloque de diputados que están inconformes con la llegada a los cargos importantes de aquellos que son cercanos a Del Valle Reyes y Sánchez Cortés.
El último de los candidatos, Fernando Martínez Cué, tiene en su contra el hecho de que ha militado en otros partidos, no se le considera a final de cuentas como miembro del tricolor.
Lo cierto es que Arizmendi García y Salazar Guerrero tienen en su contra, el haber permitido actos inmorales por parte de miembros de su bancada.
El primero es considerado como hombre cercano al panismo, y principalmente al gobernador Marco Antonio Adame Castillo, al que conoció cuando ambos trabajaron en el famoso colegio militar Cristóbal Colón, en el centro de Cuernavaca.
Salazar Guerrero pasó por la Junta Política y de Gobierno sin pena y sin gloria, permitiendo una serie de excesos como la de su compañera Lilia Ibarra Campos, que estrenó costosa camioneta de lujo gracias a los recursos del Congreso local, y viajó gratis a Alemania para promover Morelos, pero el problema es que la legisladora no tenía porqué ir.
Después de esto dígame usted si los diputados del PRI no están en todo un dilema. ¿A cuál escogería como presidente de la Mesa? Tomando en cuenta que es éste, el que se encargará del gasto que se ejercerá en el Poder Legislativo.
De otras cosas…
Este martes, miércoles y jueves sesionarán los diputados, quienes reconocen que hay un tremendo rezago legislativo, provocado porque los problemas internos del PRI no les ha permitido sesionar… Hasta el próximo martes.