Hace un año, en el 2009, se podía prever un escenario político complicado para el jefe del Ejecutivo panista ya que la mitad de la Cámara de Diputados es de extracción priista, y se mencionó la posibilidad de que los del tricolor desde el Congreso local pusieran una serie de trabas a Adame Castillo para no permitirle que su gobierno creciera y por ende ganar el gobierno del estado en el 2012 sin ninguna complicación.
Las diversas corrientes que integran el priismo local, y los problemas que éstas tienen, han sido el factor principal que ha permitido al primer panista en Morelos transitar sin ningún problema, teniendo a su alcance la posibilidad de ganar bonos en su gobierno.
¿Por qué decimos esto? Porque en el 2011 seguramente el gobierno del estado dispondrá de miles de millones de pesos que serán utilizados para obra pública.
El propio PRI, desde el Congreso del Estado, ha visto la oportunidad de condicionar al gobernador Adame Castillo la aprobación del presupuesto a cambio de los votos que se necesitan para el mismo.
Los diputados priistas hablan de un catálogo de obra pública, porque éstos pretenden aterrizar beneficios en sus distritos, que a la postre los lleve a las ansiadas candidaturas.
Así que repito, lo que antes parecía imposible, ahora no lo es, porque el PRI decidió cambiar el rumbo y no quiso ser esa oposición radical que se oponía a todo lo que venía del Ejecutivo; ahora, en una nueva estrategia electoral, pretenden sacarle ventaja.
Claro que esta nueva estrategia se debe en parte a que los quince diputados del tricolor llevan un año en constantes luchas, lo que los ha mantenido divididos y asumiendo distintas posiciones. Hoy al menos, pese a las pugnas que ha provocado su elección interna, se puede decir que en este asunto los del tricolor si están de acuerdo, y la idea es sacar el mayor de los provechos al paquete presupuestal del próximo año.
Los diputados del tricolor han asumido una posición metaconstitucional, porque pretenden tomar facultades que son exclusivas del gobernador, porque es éste, junto con su equipo de trabajo, el que tiene que definir la obra pública que se llevará a cabo en el 2011.
La estrategia priista, por supuesto que electoralmente hablando, puede ser rentable. Sólo que olvidan un pequeño detalle que puede ser la diferencia.
A los del tricolor se les olvidó que el gobierno de Adame Castillo cuenta con todo un equipo de publicistas que harán la diferencia, porque todas esas obras públicas que hoy son condicionadas por los legisladores del tricolor, serán dadas a conocer como acciones del gobierno del estado, y no como gestiones realizadas por los congresistas.
Lo otro será que son los propios priistas los que han obligado al gobernador a recurrir a un crédito por mil quinientos millones de pesos para llevar a cabo la obra pública que se proyecta.
Que no se les olvide a los diputados del PRI que fueron ellos los que en diciembre pasado conformaron una bolsa económica por 71 millones de pesos para evitar las cuotas voluntarias en las escuelas públicas; cosa que por cierto no lograron pues apenas están llegando estos recursos a las escuelas, que servirán para el mantenimiento. Con la obra pública, les puede pasar lo mismo.
De otras cosas…
Los diputados reconocen que en este primer año legislativo, que terminó el pasado primero de septiembre, sí hubo rezago, pero insisten en que este cierre de año será muy productivo en el aspecto legislativo… Hasta el próximo martes.