Resultado, el estado de Morelos y Cuernavaca, en particular, padece una disminución del número de turistas que la visitan. Todo eso corroborado por los restauranteros, taxistas, hoteles, ambulantes y empresas de transporte turístico.
Sin embargo, en ese mar de políticas públicas erráticas se presenta una oportunidad en Cuernavaca para generar empleos formales y al mismo tiempo ordenar el comercio en la vía pública y convertir a los ambulantes fijos, semifijos y los que caminan por todos los puntos del zócalo en pequeños empresarios; además se generarían nuevas zonas para estacionamiento, así se mejoraría sustancialmente la imagen urbana del Centro Histórico y se tendrían más espacios públicos para el disfrute tanto de los foráneos como de los cuernavacenses, lo que redundaría en un mayor número de turistas a nuestra ciudad y por supuesto al resto del estado, por el efecto que la capital tiene como escaparate de toda la entidad.
Adicionalmente a la generación de empleos formales, al convertir a los ambulantes en comerciantes establecidos, se acabaría con la competencia desleal que representa el que no paga impuesto contra el que sí lo hace. Colateralmente se generaría mayor recaudación para el municipio, el estado y la federación vía predial, IVA, licencias de funcionamiento y la contribución para la educación.
La oportunidad es la siguiente, sobre la calle de Gutemberg esquina con boulevard Juárez están a la venta dos predios colindantes: uno, donde antiguamente estaba el Harris, de seiscientos metros cuadrados de terreno –con construcción antigua y poco práctica- y otro de cuatrocientos setenta y nueve metros cuadrados de terreno; el primero lo ofrecen en 18 millones de pesos pero escuchan ofertas, y el segundo tiene más de un año ofreciéndose en 10 millones de pesos y también escuchan ofertas; sin embargo, dada la situación económica actual aunada a la venta de terrenos por toda la ciudad a precios de ganga, es poco probable si no es que imposible que haya alguien que les ofrezca una cantidad cercana a lo que piden, cuando además esos predios tienen las limitantes que el INAH impone en el primer cuadro de la ciudad. Así, es altamente probable y por las condiciones del mercado inmobiliario que por el primero un ofrecimiento de entre 12 y 13 millones de pesos sea suficiente para comprarlo y por el segundo entre 7 y 7.5 millones de pesos. Es decir, con una inversión de alrededor de 20 millones de pesos se podría tener una propiedad conjunta de más de mil metros cuadrados de terreno en el centro de la ciudad, a unos pasos tanto del Palacio de Cortés como de la Plaza de Armas.
De tal manera que, si esa propiedad fuera adquirida por el gobierno municipal o del estado y se construyeran tres niveles subterráneos de estacionamiento, se tendrían tres mil doscientos veintisiete metros cuadrados para esa finalidad, muy similar al del estacionamiento de Las Plazas, que por cierto está junto. Mientras que para uso comercial, construir tres niveles hacia arriba, lo que generaría otros cuatro mil trescientos dieciséis metros cuadrados, considerando que la última loza puede convertirse en una terraza. De esta forma, se tendrían que construir siete mil quinientos cincuenta y tres metros cuadrados de loza, más los muros de separación en el área comercial, además de obra hidráulica y eléctrica. Si contemplamos un costo de construcción por metro cuadrado de tres mil trescientos diez pesos, se gastarían veinticinco millones de pesos, más los veinte millones de los terrenos, se necesitan cuarenta y cinco millones de pesos en total.
El financiamiento y la recuperación
El financiamiento. Una opción, Banobras en la Dirección de Proyectos Especiales dispone de recursos para este tipo de obras públicas, también está la Sedesol o inclusive con recursos propios del municipio o del estado fondeados con la banca comercial, ya que son recuperables. Si del área comercial el 60% se destina a pasillos, escaleras, baños públicos tan necesarios -por cierto no tenemos en esa parte de la ciudad- y el restante 40% para locales comerciales, es decir, se dispondría de mil setecientos veintiséis metros cuadrados a un precio de veintidós mil seiscientos sesenta y cinco pesos el metro cuadrado, se obtendrían los cuarenta y cinco millones de pesos y quedaría adicionalmente el estacionamiento. Si se pretende ubicar a trescientos ambulantes, el local tipo quedaría de 5.75 metros cuadrados con un costo de ciento cincuenta mil pesos, esto es mucho más espacio del que disponen muchos de los vendedores del mercado de artesanías y similar a algunos de los locales del mercado que está frente al Jardín Borda, pero que se cotizan muy por arriba de los ciento cincuenta mil pesos.
Los beneficiados directos de esta política pública serían los vendedores ubicados a un costado del Palacio de Cortés, donde quedó ubicado el Morelotes, junto con los de la Plaza de Armas y el Jardín Juárez. Para evitar malos manejos, en la Dirección de Licencias Municipales tienen un registro de este tipo de ambulantes. El periodo de pago podría ser de 15 años, con un pago mensual aproximado de mil trescientos pesos mensuales, y la garantía del crédito sería el mismo local. Aquel beneficiario del programa que no pagara su amortización, perdería su local pero además ya no podría regresarse a la calle, ya que los mismos empresarios establecidos, otrora ambulantes, serían los primeros en oponerse.
Para tener una idea de la importancia de una medida así, en Morelia se quitó a los ambulantes del centro y en un año subió el turismo en más del cincuenta por ciento, en Querétaro también y es una de las ciudades más visitadas del Bajío.
Estimados lectores hasta el próximo lunes.