Estas dos derrotas consecutivas cimbraron a los priistas de todo el país, ya que muchos sentían que tenían más de medio cuerpo en Los Pinos y por supuesto en las diferentes casas de gobierno de sus respectivos gobiernos estatales. Lo sucedido con los candidatos priistas demostró lo volátil del voto y que para los ciudadanos es más importante el candidato que el partido; de tal manera que la mejor carta de presentación para un político no es el partido que los postula, sino la percepción que tienen los ciudadanos de su gestión como autoridad.
Ante tal circunstancia y sobre el controvertido tema del predial y que en casi 20 años no se había actualizado en Cuernavaca, recientemente aparecieron pendones y espectaculares, con el logotipo del PRI, informando que el presidente municipal rectificó y se daba marcha atrás al incremento de este impuesto. Seguramente influyeron varios factores: 1) las recientes derrotas priistas; 2) la sensación de hartazgo por parte de la población –por problemas como el de la basura, los conflictos en la vialidad porque no se terminan las obras en el periodo anunciado y se genera un daño considerable al comercio de las zonas afectadas–; y 3) por supuesto, los intereses tanto de los otros partidos políticos como de los opositores al edil. Así, tenemos razones de sobra para tal decisión, pero la verdadera perdedora es la ciudad de Cuernavaca que verá comprometida su situación financiera, ya que ahora las autoridades municipales recaudan menos de la mitad de lo que gastan y seguirá dependiendo de las participaciones federales y del endeudamiento, pero las deudas se tienen que pagar y las participaciones irán disminuyendo. Así, Garrigós sufrió una derrota política y está actuando en forma irresponsable con las finanzas de la ciudad. Quizás en descargo, se podrá decir que esa irresponsabilidad también la compartieron cuatro administraciones panistas que lo precedieron y una priista… tan malo el pinto como el colorado, o más bien tan malo el azul como el rojo.
Sobre el tema de la carpeta asfáltica en la Av. Morelos, el miércoles pasado esta importante vialidad amaneció bloqueada con camiones urbanos –de organizaciones que se asocian con líderes perredistas y panistas– parados en el arroyo vehicular y personas en la acera, por lo que ante esa situación el municipio anunció la cancelación de la inversión. Independientemente de si la obra es necesaria o no, ya que a decir de algunos el pavimento se encuentra en estado aceptable y en cambio se iba generar un daño económico considerable a los comercios ahí establecidos, muy mal hace la autoridad estatal de transporte en “tolerar” que los concesionarios tapen las vialidades, ya que claramente la Ley Estatal de Transporte dice que si un concesionario bloquea en forma intencional una vialidad debe ser retirado, sancionado y cancelada la concesión. Aquí lo contrario y todo porque ese bloqueo afectaba la imagen de Garrigós que es visto como un rival político por los panistas. A su vez, ayer domingo, en venganza, otros acarreados bloquearon el centro de la ciudad comandados por Rogelio Juárez, quien fuera subsecretario de Servicios Públicos Municipales; el pretexto es el cobro de la tenencia vehicular. Ahora la intención era dañar la imagen del gobierno estatal panista, en clara violación de la Constitucional federal que garantiza el libre tránsito. En conclusión, ¿Qué quieren las autoridades estatales y municipales? En el 2008 fueron los ilegales plantones de los maestros; en el 2009, la influenza más la crisis económica; en el 2010, la violencia desatada por el narco y las muy polémicas obras del centro histórico; en el 2011, aunado a la mala reputación de ser un estado violento y con problemas de vialidad, que se refleja en la ausencia de turistas por toda la entidad y por supuesto en Cuernavaca. Ahora los bloqueos, donde las autoridades los auspician y por lo tanto son las responsables del daño económico causado directamente a taxistas, meseros, empresas de transporte, trabajadores, comercios, turistas, transeúntes, restaurantes, museos, ambulantes.
Mientras la clase política del estado siga con ese comportamiento, el futuro de Morelos no será nada prometedor. A ver a dónde llegamos…
Estimados lectores, hasta el próximo lunes.