Impresionante la reacción en México y el mundo. Cuando menos en 20 países hubo movilizaciones a partir del llamado de Javier Sicilia. Frente a la Casa Blanca en Washington, en Chicago, Los Ángeles, Minnesota, Nueva York, Houston. Este movimiento apenas inicia. Es impresionante la reacción ciudadana por todos lados; debe considerarse un fenómeno, y nos dará qué decir durante mucho tiempo.
El Factor Sicilia es devastador para los gobiernos federal y estatal. No se trata si habla bien o mal de estas instituciones. La gente quiere manifestarse, realizar la necesaria catarsis ante los hechos que han marcado a la sociedad mexicana en los últimos años. Ya Basta, Ya Estuvo, Estamos hasta la Madre, cualquier expresión es válida cuando la impotencia estalla.
Carrillo Olea en Proceso: habla claro y fuerte
La edición de ayer de la revista Proceso es lectura obligada; ocupan varias planas tres notas importantes sobre Morelos. La Marcha por la Paz, una nota entre roja y cultural que enmarca lo que es, sin duda, el Jorge Carrillo Olea auténtico, el original, que habla de todo, se defiende y hace ver que los sucesos que trataron de adjudicarle –que tiene razón: no le probaron hasta ahora— fueron un montaje que encabezó el presidente Ernesto Zedillo a través de diversos personajes del poder como Liébano Sáenz, su secretario particular; Francisco Labastida Ochoa, secretario de Gobernación, candidato del PRI perdedor, hoy senador; el embajador en EU, Jorge Montaño; el director de la Lotería Nacional, Carlos Salomón Cámara, y el hoy senador Graco Ramírez Garrido Abreu.
De obvia deducción, habrá reacciones a lo dicho por Carrillo Olea que luego de 13 años detalla acciones que, asegura además, fueron hechas en su contra. No faltan elementos que en su momento fueron clave para que determinara solicitar licencia al Congreso, como los periodistas del diario “The New York Times”, Sam Dillon y Craig Pyes (que por un trabajo que vinculaba a Carrillo y al entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, con el narcotráfico, ganaron el Premio Pulitzer, máximo galardón periodístico en Estados Unidos, pero sostiene el ex gobernador que nunca lo probaron e incluso fueron demandados), el ex candidato Juan Salgado Brito del que dice, “convirtió lo que fue el hotel Maximilian’s en un mercado sobre ruedas de votos a los diputados a medio millón de pesos” y al procurador Pedro Luis Benítez Vélez, de quien asegura “no manda ni a su chofer”.
No se olvida de Sergio Estrada Cajigal ni Marco Adame, los gobernadores en los últimos 10 años y medio, y los evidencia. Incluso, muestra que cuenta con información relevante como la reunión en la Secretaría de Gobernación entre Francisco Blake Mora, el presidente del PRI nacional, Humberto Moreira Valdez, y los principales exponentes del PRI—Morelos, encabezados por su presidente Amado Orihuela Trejo.
Con la cabeza “Morelos, tierra franca para el narco”, el ex gobernador reaparece públicamente y revela fragmentos de lo que vivió como mandatario de Morelos. Hoy podemos darle forma a lo que siempre creímos que pensaba don Jorge al conocer poco a poco su tierra y a sus paisanos, alejado tantos años de por estos rumbos: se arrepintió de llegar a ser candidato y luego gobernador. Las palabras del jojutlense generarán reacciones, hay que estar atentos y removerá proyectos políticos. Lo que sí queda claro es que el coronel en retiro tiene acceso a medios restringidos para muchos políticos, como es Proceso. No es la primera ni será la última ocasión que lo haga, ejerciendo su derecho de expresión y haciendo valer su condición de experto en materia de seguridad nacional, lo que más domina e interesa a algunos medios.
Claro que la óptica de muchas cosas, incluida la figura del propio Carrillo Olea, cambia al conocer pasajes desconocidos de aquellos años que gobernó Morelos y los posteriores. Lean Proceso.
Los méritos de MMG
Mérito multiplicado tiene la presidencia adjunta de los municipios priistas en el país para el alcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, porque quien sustituye a Eruviel Ávila es Angélica Araujo, presidenta municipal de Mérida, que fue impulsada entre los mandatarios priistas por la misma gobernadora Ivonne Pacheco. Así, Martínez Garrigós que encabeza la capital de un estado gobernado dos sexenios por el Partido Acción Nacional, tuvo que ser “empujado” por alguien de la cúpula priista. ¿Quién? Bueno, si el ex presidente de Ecatepec fue apoyado por Enrique Peña Nieto para ser presidente de esta organización y luego en una jugada que algunos califican más que maestra como necesaria, lo hacen candidato al gobierno del Estado de México, es de creerse que el apoyo tiene el mismo origen.
No es cualquier cosa la posición del morelense MMG; nada más hagan números de los municipios gobernados por el PRI en el país. Interesantes las señales que se han recibido hace algunas semanas desde los liderazgos de este partido en dirección a Martínez Garrigós, que se ratifican con su ascenso en la Federación de Municipios priistas, donde era vicepresidente. Subió unos cuantos peldaños y lo importante para él: parece que lo cuidan desde allá. Eso motiva la actitud del edil de la capital, que ha dejado de subirse al cuadrilátero como tanto gusta. Esa acción siempre le será saludable.