Cubierto profesionalmente un sector eminentemente político, porque Palmas César es eso, un político profesional. Garantiza institucionalidad y sobriedad en sus acciones, justo lo que va a necesitar su partido en la inminente toma de decisiones.
¿Y dónde está el presidente?
Extraña la ausencia del presidente estatal del PRI, Amado Orihuela Trejo, en la ratificación de Samuel Palma César como dirigente de la CNOP Morelos. Se escuchó a Emilio Gamboa Patrón justificar a Orihuela por encontrarse “en el DF trabajando”, pero la realidad es que lo esperaban en el acto. ¿Por qué no llegó si era su obligación como cabeza del partido en la entidad? Está enojado con el tropiezo que le aplicaron seis o siete diputados de su bancada el fin de semana. Le dijeron que sí y le hicieron lo contrario en un tema que merece ser tratado aparte.
El Affaire priista
El viernes pasado todo estaba listo para que el Congreso local cerrara su periodo de sesiones ordinarias con dos temas relevantes: una ley necesaria para que se respete a la sociedad plenamente –sobre todo a niños y jóvenes— sobre publicaciones con imágenes violentas extremas y pornografía y la ratificación del PRI al frente de la Junta de Coordinación Política. Previamente hubo un intenso cabildeo que fue más allá de lo legislativo y político. Se dieron amenazas de personajes del sector público a diputados, casi sin excepción, de que si reformaban esa ley, les “darían mediáticamente con todo”. Ya se imaginan de dónde venían. Y los señores legisladores acusaron recibo. Lo otro, la prolongación del PRI al frente de la junta, obligaba a reformar la ley y en ambos casos se requería de cuando menos 20 diputados. Que ya estaban, que los arreglos fueron tersos y comprometidos. Ése era el escenario hasta las seis de la tarde de ese jueves… pero pronto cambió todo y el marcador se igualaba.
Total, si la noche del jueves –plena víspera de la sesión— ya no había ninguna reforma ni el PRI tomaba la junta. Optaron como el sabio Salomón: que las cosas quedaran como estaban. Nada de reformas y a partir de septiembre que el Congreso entra en su tercero y último periodo, la diputada del PRD Hortensia Figueroa Peralta será la presidenta de la Junta de Coordinación Política a pesar de que hasta sus propios compañeros querían darle un tropezón. ¿Qué viene? Se acerca septiembre, la jojutlense no es tan simple de manipulación, desconocemos en qué fecha sea una feliz mamá (de paso le enviamos un abrazo al que ayudó en la tarea, el querido licenciadote), pero en tanto tenga que hacer su labor, lo va a cumplir. Es tenaz y congruente.
La cosa es que los acuerdos previos se derruyeron y tuvieron que apechugar.
Ahora, entendemos por qué el sábado no estuvo Amado Orihuela Trejo. Se enojó, porque su estrategia que desde la dirigencia de su partido sea nominado candidato a gobernador –lo que de origen hicieron compromiso los que aspiran a hacerlo--. Si la política no es como marcan los caminos de la lana y los caprichos. Enseñó el cobre el buen Amado y cuando menos el que escribe, como morelense y en el quehacer que desarrollamos, notó que está desposeído de talentos y herramientas para un cargo que, ya, merece ser dignificado.
Un dato importante: el diputado Orihuela Trejo es eso, legislador, además dirigente de los productores cañeros de la entidad, aparte dirigente de la abandonada –su inmueble físicamente cuando menos-- Confederación Nacional Campesina, la imprescindible CNC, y ahora presidente del Comité Estatal del PRI. Los dichos son bien aplicados: “Poco abarca el que mucho aprieta”. No puede ni debe ser todo. La inmovilidad del PRI durante “el mariselatodelvallismo” podría quedarse corta con el mazatepence. ¿De qué se trata? ¿Cacicazgos? ¿Iluminados? Para saber a qué le tiran los priistas que se ven en su mejor momento. Se ordenan o lo ordenan. Ya lo siente Amado; se debe a todos y lo primero que debe hacer es respetar. Lo taimado y la “ladinés” debe echarlas al voladero si quiere tener buen final en su carrera política. Hay quienes lo caricaturizan con el personaje inmortal del brillante Rius, aquel “don Perpetuo del Rosal”. Así no. Ojalá lo entienda, porque si algo deben aplicar los priistas en su ventaja política sobre los otros partidos, es que la cúpula se ponga de acuerdo. ¿Que el mejor posicionado? No es Amado. Ni Paco. Se llama Manuel. Sí, el mismo al que le dan con todo, sus competidores y un ente en especial, y cada golpe lo relanza. Lo bueno es que no se enteran.
Pero Amado, el presidente del PRI, tiene que mostrar algo más allá que enojo para ganarse un liderazgo. Éste no se compra con dinero ni por decreto. Es día a día. Abusado. Que Los Sirenos que le cantan al oído le digan verdades y no lo vacilen ni abusen.