El sábado primero de octubre, Día Internacional de las Personas Adultas Mayores, finalizó el Congreso Nacional y Simposio Internacional de las Personas Adultas Mayores, que se realizó en el Hotel Villa Béjar de esta ciudad.
Estuvieron presentes diversas personalidades como la presidenta de la Asociación de Geriatría y Gerontología del Estado de Morelos, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, el secretario de Salud, el Dr. Víctor Caballero; el presidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, el Dr. José Díaz Reyes, y una servidora como presidenta de la Red de Personas Adultas Mayores del Estado de Morelos.
Los temas estuvieron basados, principalmente, en los retos que enfrenta el país acerca de la transición demográfica y las acciones que se están tomando a favor de las personas de la tercera edad y muy especialmente sobre la previsión y prevención para una salud exitosa así como por una cultura del envejecimiento con calidad y calidez.
En este ámbito demográfico y epidemiológico lo que se ha visto es la menor mortalidad y el aumento en los años de sobrevivencia, por lo que un mayor número de personas logra vivir hasta edades avanzadas. Esto ha provocado un incremento en las presiones hacia las instituciones públicas de seguridad social, tanto en el ambiente de la atención de salud como en el ámbito de las pensiones, además de las distintas formas de apoyo familiar a la vejez.
De acuerdo con el censo del 2010, el 27% de los hogares está integrado por, al menos, una persona adulta, la cual juega múltiples roles dentro del hogar, desde la aportación de un ingreso hasta el cuidado de los nietos, el cónyuge u otros familiares dependientes. En porcentajes, el 58.1 por ciento de los adultos mayores son jefes del hogar y el 26.5% son cónyuges, mientras que el 13.4 por ciento es madre, padre o suegro de la cabeza de la familia.
En el mismo censo del 2010, el 12% de las personas mayores vivía solo, lo que repercute en su calidad de vida y estado anímico y de este porcentaje también muchos se encuentran buscando trabajo y empleo.
El gran problema de esta población es que tan solamente el 21.9 por ciento recibe un ahorro para el retiro y únicamente el 19.8 por ciento obtiene reparto de utilidades o prima vacacional. Esto significa que una gran parte de los adultos mayores (alrededor de 2.4 millones) es vulnerable por carencias sociales e ingresos.
Esta cultura del envejecimiento también está preocupada por contar con residencias geriátricas o centros gerontológicos que se encarguen del cuidado y la atención integral de los mayores, ya que aquí radica la importancia de la previsión y prevención. Cuando ellos se encuentran desarrollándose en su esfera biopsicosocial, incrementan su calidad de vida.
Es importante que estos centros de día o permanentes cuenten con programas de intervención que ayuden, definitivamente, a incrementar el desarrollo social y físico de las personas mayores.