El éxito también se ha debido a que el envejecimiento ocurrió de manera gradual a lo largo de los últimos cien años, lo que favoreció un cambio progresivo en la cultura de la sociedad y que los organismos responsables de la atención de la población de las personas adultas mayores abordaron diversos temas del envejecimiento, basados en estudios sistemáticos de las condiciones propias de los ancianos, sin omitir una visión de los cambios que ellas pudieran presentar.
No obstante de estas ventajas, el envejecimiento sigue constituyendo una alta y creciente prioridad en los países que se caracterizan por tener una gran cantidad de mayores en su población. Dentro de las estrategias exitosas que se han instrumentado en estos países, están las casas de día o centros de día en las que no sólo se brinda protección a la salud de los mayores, sino también atención y cuidados durante el día a las personas con enfermedades crónicas, para que los familiares puedan continuar con su vida laboral y alguien atienda a sus mayores. Además les brinda a los cuidadores primarios el respiro que requieren, así como una capacitación permanente y atención del agobio que éste pueda presentar.
Repasando lo que hemos escrito a lo largo de estos últimos cuatro años: en el año 2000 existían en México alrededor de siete millones de adultos mayores, lo cual equivale al 7.2% sobre el total de la población; también se contaba con que había cinco millones y medio de hogares con al menos una persona de 60 años, los cuales representaban el 23.4% del total de familias en el país. De acuerdo con las proyecciones vigentes del Consejo Nacional de Población, en el año 2050 los adultos mayores llegarán a 32 millones y medio, lo que significará que uno de cada cuatro mexicanos tendrá más de 60 años de edad.
¿Cómo surgieron los centros de día? En 1920, en Rusia, se empiezan a desarrollar programas de cuidados diurnos para enfermos mentales y un poco más tarde para discapacitados psíquicos, en un intento de buscar alternativas a la hospitalización.
Hasta 1950, esta idea se aplica para el cuidado de adultos mayores en el Oxford Hospital y en 1958 se puso en marcha el primer centro destinado expresamente a este fin.
El Reino Unido aparece como promotor y pionero de este sistema de cuidados para los adultos mayores, en el ámbito de la intervención en la salud, como un eslabón más de su modelo de atención geriátrica que ya desde entonces intentaba integrar recursos hospitalarios y comunitarios para este grupo de población. Los últimos datos disponibles sobre este país contabilizaban 480 hospitales de día geriátricos en 1988 y 27,000 plazas correspondientes a centros de día en 1991.
En Estados Unidos, a finales de la década de 1960, empieza a tomar forma todo un movimiento favorable a los sistemas de cuidados diurnos que desemboca en la puesta en marcha de los primeros hospitales y centros de día para personas mayores. El número de estos centros se ha incrementado considerablemente en este país durante los últimos años, pasando de 20 en 1970 a 1,400 en 1988, registrados en el National Day Care Directory.
Continuaremos la semana siguiente.