En Morelos se lleva a cabo hoy el Consejo Político Estatal. Existen 600 consejeros políticos y una cantidad similar se integrará para que inicien los trabajos que saquen su candidato al gobierno del estado. Los priistas saben hace meses de su posibilidad de ganar el gobierno estatal y refrendar las posiciones más importantes. Lo de anteayer en la consulta que aparece en el diario Reforma se establece que como partido puntea y también con los mejores números en lo general con sus prospectos. Para qué repetir los números, ya vuelan por todas partes a partir de su aparición.
Según cálculos de propios priistas expertos, el método de que sean los delegados estatales reduce el número obligadamente a dos en la contienda para la nominación mayor, y en este orden están Manuel Martínez Garrigós y Amado Orihuela Trejo. Sin embargo, la perspectiva de los especialistas instala en posiciones relevantes a casi todos aquellos que de manera legítima han buscado la candidatura. El asunto es que el tiempo corre y una de las amenazas que se cierne en el futuro halagüeño del PRI morelense y sus militantes es que no quepa la congruencia y de paso la cordura de los que, lo saben, van a jugar, pero no por la primera posición. Así que las apuestas a una hecatombe dependen de destruir la razón y el sentido común de los bien pensantes. Y, claro, con el PRI reconstruido, los que busquen el descarrilamiento sellaran su propio destino. No queda más que un camino: la recompensa al trabajo de acuerdo con lo realizado y lo merecido. No más. Ni gritos ni sombrerazos, sólo puede imperar en este marco de condiciones la realidad contundente del trabajo.
Naturalmente, en el camino por ganar adeptos, no sobra quienes han prometido cargos de elección popular. No caben en este esquema de decisión. Los estudios que el CEN tiene del escenario Morelos establecen claramente quiénes y dónde, como también conocen desde hace semanas cuál es el mejor posicionado, el que lo sigue y los espacios ganados por los demás. Seguro que no será una reunión tersa donde reine la sonrisa franca, porque en juego están muchas cosas que comprometen el futuro inmediato de muchos de los asistentes. Es una acción que será tan complicada como se exhiban razones de peso, o una más sin ser de trámite, si se impone la realidad de los hechos en Morelos, donde desde hace 12 años el PRI no tenía una posibilidad tan clara de recuperar espacios.
A este partido como “que le ha caído el 20”. Se enseñaron con la inteligente y brillante Beatriz Paredes a actuar como oposición pensante y responsable y las debilidades de los gobiernos panistas fueron dándoles fortalezas que hoy se muestran. En el 2006, hace cinco años, el fracaso del PRI fue escandaloso; en pleno desorden su presidente nacional se obstinó en ser candidato presidencial y quedó en un lastimoso tercer lugar. Igual sucedió en Morelos con Maricela Sánchez Cortés, a pesar de que esta mujer no ha dejado de tener presencia y posibilidades. Fue tercer lugar, lejos del segundo que era Fernando Martínez Cué, en aquellos días con el PRD. Usar al partido de plataforma no es la mejor opción según lo antes referido.
¿Qué nos dicen los acontecimientos recientes en la escena nacional? Que las equivocaciones del PRI nacional han sido pagadas muy caras al no colocar en la candidatura al mejor de sus elementos. Ahí está Malova en Sinaloa como ejemplo puro. A partir de ello han apostado a la congruencia y los presidentes municipales de Tepic, de Colima, de Ecatepec, en el Edomex, y Olvera en Pachuca gobiernan sus entidades. Eran los mejores posicionados y no arriesgaron por querencias o compromisos. Le apostaron al pragmatismo electoral, con la sombra de Oaxaca, Sinaloa y Puebla rondando.
En Tlaxcala, que gobernaba el PAN, fueron con el senador Mariano González Zarur y recuperaron, mientras que en Chihuahua fue imposible postular a un desgastado presidente de Ciudad Juárez y optaron por el menos señalado, el diputado César Duarte; igual hicieron en Veracruz con Javier Duarte o mucho antes que los embates de la delincuencia organizada los lastimara tanto y de los sucesos en Sinaloa, Oaxaca y Puebla. En Nuevo León ganaron con un candidato prácticamente desecho hoy: Rodrigo Medina, que era secretario general de Gobierno, el gallo del anterior gobernador.
Importante pues el Consejo Político Estatal, quizá el de mayor relevancia desde que hace 12 años el PRI perdió el gobierno del estado y prácticamente dejó de ganar algo importante. El repunte del 2009 lo ha sostenido. Para ello, han sido fundamentales los malos resultados de los gobiernos de extracción panista y el desorden del PRD que en esta entidad le pesa Morena porque la izquierda morelense es lopezobradorista.
Dicen que al buen entendedor, pocas palabras, y la encuesta de anteayer (que como todas deben ser tomadas con reservas), pero sobre todo la realidad que todos conocemos sucede en el ámbito político—electoral de la entidad, nos lleva a dos caminos del cual uno es sumamente viable, también de acuerdo a Los Números.