“La libertad de expresión es fundamental para la democracia de cualquier país. En MVS la practicamos como norma, con nuestros conductores nos regimos por medio de un código de ética, el cual es aceptado y signado por ambas partes... la periodista Carmen Aristegui transgredió nuestro código ético y decidimos dar por terminada nuestra relación contractual”
El concesionario fue enfático, la periodista fue cesada porque trasgredió un código de ética que había aceptado y firmado, además de que se negó a ofrecer una disculpa pública que la empresa le exigía.
Aunque ahora, a dieciocho meses de distancia de lo ocurrido, cambia totalmente la versión. Dice que la razón del despido, no fue por lo que dijo que fue, sino porque el Gobierno Federal lo chantajeó. El 13 de febrero del 2011 lo amenazaron que si no quitaba a la periodista le quitarían sus concesiones de la banda de 2.5 Gigahertz.
Sin embargo, al leer con detenimiento sus declaraciones, aparecen contradicciones evidentes, amén de su grosero cambio de versión. La periodista no apareció al aire el 7 de febrero, de manera que el argumento de la amenaza del día 13 de febrero queda muy endeble: la periodista había sido cesada nueve días antes.
Por su parte, Javier Lozano, el ex secretario del trabajo y ahora Senador electo por el PAN, sostiene que más bien Joaquín Vargas quiso chantajear al Gobierno Federal amenazando:: tengo una gran presión en las redes, en los medios, casi a nivel internacional, es un trending topic y tengo que responder, la única manera de que yo me pueda aguantar a dicha presión es que rápidamente se resuelva lo de la banda de 2.5 Gigahertz"
MVS ha tenido otras polémicas. El pasado 31 de junio del 2012 el Dr. John M. Ackerman se quejó de cesura por parte de esa empresa y presentó su renuncia a seguir colaborando, textualmente dijo:
“he llegado a descubrir que la suspensión de la transmisión de mis colaboraciones no fue una decisión unilateral… sino una obediente respuesta a una solicitud explícita formulada por personas cercanas al equipo de Peña Nieto”.
La empresa negó las acusaciones, aunque reconoció que no había pasado los últimos cuatro comentarios por falta de tiempo. Lo cual suena poco factible, una vez es posible, pero en cuatro ocasiones, no es creíble, además Akcerman es especialista en derecho electoral, tema de moda e importante dado la demanda de nulidad en la elección interpuesta por AMLO y sus colaboradores. El argumento de MVS es tan poco verosímil, como lo sería que en un noticiero deportivo, ahora que México ganó la medalla de oro, no hubiesen pasado los comentarios de los especialistas en futbol argumentando falta de tiempo. Sencillamente no es lógico ni creíble. Así como un político deshonesto nunca va decir “sí, soy ratero”, un asesino reconocer que asesinó o un violador que lo sea, lo mismo hace un medio de comunicación cuando censura. Por eso no es casual que MVS niegue, aunque los hechos indiquen lo contrario.
Ackerman es partidario de AMLO e incluso Saúl Alvídrez Ruiz, uno de los principales líderes del movimiento #yosoy132, lo acusó de haber cooptado el movimiento y estarlo usado en beneficio del candidato perredista. Pero el tema central e importante es que este analista fue censurado y la empresa miente.
Joaquín Vargas también dice que recientemente se le solicitó no impugnar la resolución favorable de la concentración Televisa-Iusacell y al final se sincera “fuimos engañados.”
El dueño de MVS se siente engañado y se victimiza. Pero si en esta ocasión está diciendo la verdad, más bien le debería dar vergüenza haber mentido sobre el despido de Aristegui, haber entrado en componendas con el gobierno para no impugnar la concentración de Televisa-Iusacell y reconocer que para quedar bien con el presidente electo Peña Nieto practica la censura, como en el caso Ackerman.
RAZONES TÉCNICAS
Al final de su argumentación Joaquín Vargas invita a que se debata el tema.
El problema central es la diferencia entre lo que quiere pagar la empresa MVS por la renovación de los 190 megahercios de la banda de 2.5 Gigahertz. Según Hacienda la última valuación planteada a MVS fue de 27 mil millones de pesos pero la empresa que encabeza la familia Vargas Guajardo rechazó la propuesta. Por su parte MVS ofreció pagar una contraprestación equivalente a lo que se ha pagado por esta Banda en otras partes del mundo, ajustando dicho precio al tamaño de la economía de México. Así tenemos, que el diferendo es de dinero y determinar el valor de los megahercios.
Determinar el valor de las cosas es un tema tan complejo que incluso los filósofos griegos lo abordaron y sigue generando gran polémica. Para los marxistas, el valor lo determina el trabajo necesario para producir la cosa. Para otros, como los marginalistas, lo determina la aportación marginal que realizará el objeto a valuar y así hay una infinidad de teorías para determinar el valor. Lo cierto es que ese reto se vive a diario, en la compra venta de los bienes muebles e inmuebles. Generalmente quien adquiere considerada la cosa objeto de la transacción como cara y trata de regatear, mientras quien vende considera que está malbaratando, y en caso de no llegar a un acuerdo las partes, sencillamente no se realiza la operación, aunque en esta ocasión es una poco diferente. El gobierno con un particular y no es un bien inmueble sino una frecuencia. Pero aún así, la solución se encuentra en la ley de la oferta y la demanda
PROPUESTA
Que el mercado decida mediante el mecanismo de subasta.
Subastar sólo una tercera parte de los 190 megahercios: 66.7 MHz y el precio que pague el postor ganador será el mismo que debería de pagar la familia Vargas por su tercio y que el restante tercio lo mantenga el Estado para ser usado en beneficio social, como escuelas públicas, oficinas y zonas de bajo ingreso. Los recursos que se obtengan mediante la subasta se utilizarían para montar la infraestructura que tendría un fin educativo y social. Seguramente los empresarios ganadores de la subasta tendrán como objetivo central atender a la población con mejor ingreso, de ahí la importancia de que el Estado se quede con una parte de los MHz para atender a la población con menor ingreso.
En Brasil hace dos años se subastó una frecuencia de las mismas características y se obtuvo un monto de recursos, que es de suponer que en la subasta propuesta se obtendrían más de mil 300 millones de dólares.
La izquierda se equivoca cuando se pronuncia porque la familia Vargas se quede con todos los 190 MHz y al precio que los dueños de MVS quieren pagar. Eso se parece más a las políticas públicas de Salinas de Gortari o a las de Bush que daban a precios de bagatela o simplemente regalaban los bienes públicos a los grandes empresarios.
Estimados lectores hasta el próximo lunes. Esta columna se publica en varios periódicos impresos y en la dirección electrónica www.poderydinero.com.mx , gracias.