¿Qué sucedió?
El 21 de junio la autoridad confirmó la presencia de la influenza aviar en las granjas avícolas de Los Altos de Jalisco. Fueron sacrificadas entre ocho y diez millones de gallinas ponedoras. La notica pasó desapercibida para casi la totalidad de la población y los medios de comunicación. Estábamos en la recta final de la elección, la atención estaba puesta en los candidatos.
Pero los especuladores no duermen.
Inicia la especulación: los más importantes acaparadores, previendo la escasez y ávidos de ganancias, quieren tener el producto cuando falte, por lo que realizan pedidos de compra superiores a lo normal, para cubrir las ventas habituales y almacenar. Así, por un lado se vislumbra una caída en la producción, pero por otro lado, no sólo los grandes comercializadores de los centros de abasto compran en exceso, sino que los grandes consumidores, como empresas de repostería, para protegerse, ordenan compras anormalmente altas, con ello los productores experimentan un aumento en los pedidos. Se da el peor de los escenarios, menor producción en las granjas y mayor demanda; de este modo, los grandes compradores, previendo la subida, lo empiezan a ocultar y lo sacarán cuando el precio esté arriba, eso sucedió y naturalmente que el precio se fue por las nubes.
¿Qué está pasando?
La oferta: mueren millones de gallinas ponedoras y baja la producción de huevo en 12.5 por ciento.
El precio: al caer la producción, se registra una escasez y sube el precio en promedio en 78 por ciento.
La demanda: con el incremento en el precio, baja la demanda por consumir este producto. Se usan sustitutos tales como huevos de codorniz o de plano se comen otras cosas, en el desayuno en lugar de elegir “huevos al gusto” se elijen otras cosas como chilaquiles o tacos.
Cuando la producción estaba normal, en la semana del 18 al 22 de junio, el costo promedio por kilo en los centros de abasto era de 14.86 pesos, pero en las últimas semanas fue de 25.30 pesos, se realizó un incremento en el precio del 78 por ciento, ante una disminución de la producción. Todo hace pensar que sí hubo especulación, el incremento fue muy fuerte.
Con la entrada del huevo importado, veremos mayor oferta, empezará a bajar el precio, aunque se mantendrá por encima de los niveles previos a la escasez y sólo hasta que se hayan logrado repoblar las granjas agrícolas, el precio del huevo volverá a la normalidad. Eso tomará varios meses.
Por ahora, comer un huevo, nos cuesta uno y la mitad del otro… pero eso sí, el periódico Correo de Guanajuato informó “algunos vendedores de abarrotes dijeron que cada huevo se vende a 1.50 pesos”
Estimados lectores hasta el próximo lunes. Esta columna también se publica en la dirección electrónica www.poderydinero.com.mx , gracias.
1 comentario
SALUDOS.
Hey
¿Y el gobierno?, instancia ejecutora del Estado protector por definición del ciudadano… Compartelo!