Un personaje sin duda influyente es Graco, en el seno de la corriente de Los Chuchos, donde el columnista considera que ha sido desde siempre el auténtico jefe y por sus relaciones amistosas con políticos del poder priista y su presencia en los círculos militares, donde lo ven como uno de los suyos, por sus familiares que han destacado en esa actividad. Pero en los terrenos del voto, de la calle, las dos posiciones electorales que ha ganado Graco Ramírez Garrido Abreu en Morelos, se las debe a su paisano Andrés Manuel López Obrador. ¿Habrá quien lo dude?
El domingo, ante el anunciado aviso que se desprendía del PRD y el PT, Andrés Manuel fue cuidadoso en su discurso para ellos, pero era evidente la alegría del grupo de Los Chuchos, cuando menos en el semblante de Zambrano y en la declaración de Ortega, que le ganó su sentimiento genuino de odio hacia AMLO, cuando expresó que su ida “ayudaba al partido a quitarse la esquizofrenia”. Quedó más que claro la convergencia de intereses en ésta y otras elecciones. Se necesitaban unos a otros. ¿Hace seis años cuántos perredistas de filiación lopezobradorista o no se beneficiaron al participar? Esta vez fue contundente: si el PRD no va con los demás que giraban en torno de Andrés, nada más no les alcanza, y vaya que Graco hizo una campaña profesional muy por encima en manejo y oficio de sus adversarios, que se vieron y quedaron del tamaño que tenían. Incluso Amado Orihuela que pudo ser ayudado por la corriente natural que traía Enrique Peña Nieto, desde México en el CEN detectaron que no iba a poder. Graco caminó solo a ser el gobernador. No era complicado advertirlo un mes antes,
No obstante el paisanaje, Graco y Andrés Manuel no son amigos, de acuerdo a las actitudes de ambos podemos decir que pueden desde caerse mal hasta detestarse y nos atrevemos a acercarnos más a esta última punta. Tuvieron que sonreír y alzarse la mano en campaña, pero al término de ésta y con los resultados, se notó el liderazgo de Graco en la corriente de Los Chuchos, cuando pintó su raya de AMLO y se declaró en espera del fallo del tribunal electoral. Una actitud que en cualquier flanco partidista es considerada natural, pero que en ese momento entre la gente simpatizante de AMLO, era simplemente una mentada de madre. Eran otras las condiciones y punto.
Pero veamos una cosa: Morelos puede ser beneficiado si Graco sigue manejando la política, como tenemos que reconocerlo, sabe. El será un gobernador en apariencia opositor al gobierno federal, pero su habilidad en el manejo de la relación cercana, podría hacer que como presidente Enrique Peña Nieto escoja a Morelos entre los estados que no gobierna el PRI, para respaldarlo. Siempre para un priista presidente es de mucho mayor “rating” aparecer con un mandatario estatal de otro partido que con los propios. A éstos los atiende a través de sus secretarios. Ya lo verán: a los que no cuadran en filiación, lo hará personalmente.
Por el otro lado, como diría el siempre bien recordado vagazo profesional, bohemiazo sin rival y dueño de la mejor armonía, Miguel Bosques, “El Mike”, está para que las llamadas izquierdas, en especial el PRD, mida las consecuencias de la ida de Andrés Manuel. Él hizo o inventó casi a todos los que hoy figuran. ¿Qué van a hacer con él? ¿Lo van a negar, como le hace Jesús Ortega Martínez que le coloca el mote de ‘Esquizofrenia’? ¿O lo van a ignorar de la manera en que se desmarcó el otro Chucho, Zambrano? Graco, al fin de cuentas, ya lo había hecho. Él, con el gobierno en su bolsa izquierda, estaba más allá de la decisión del domingo, en lo que se refiere a su partido. En cuanto al momento de su llegada en zonas absolutamente lopezobradorista, tendrá que manejarse con suma habilidad para que la gente piense que todavía “se llevan”.
No va a ser fácil, la decisión de AMLO ha generado una fractura aunque lo nieguen, es el hombre más representativo de esas corrientes en muchos años y un gran número de privilegiados con grupos fuertes al interior del PRD, o dirigentes conchudos y groseros como el acapulqueño trompudo Luis Walton o Dante Delgado, comodinos, han vivido de lo que diga, respire y haga Andrés Manuel López Obrador. También perredistas de alcurnia. Se van a debilitar algunos partidos. Es lo que se ve inmediatamente. Por eso Graco, previsor, ya invita a los de otros lados y les coloca anzuelos que fácilmente pican. Ahora, un tema más será que alcance el aparato para el acomodo de los de casa y los que nunca podrán vivir fuera “de la jugada” burocrática.
El tema es que ya hay tema.
Solidaridad
Enviamos un fuerte abrazo a Roberto Martínez Vara López Portillo por la pérdida de su señora esposa, doña Patricia Gil Freixas. Hechos difíciles que se atraviesan en la vida que no son fáciles de superar. Roberto es un hombre de la política, sobre todo de la relación pública y un buen amigo. Tiene muchos años viviendo con los morelenses.
En este momento de conmoción, lo único que queda es como decía el querido padre de un servidor: “ir a donde nunca llueve, a donde no hace frío, aunque caiga la nieve”. Donde están los buenos a la espera de los demás. Un abrazo, Roberto.