Los priístas un tanto incrédulos hacia su nuevo coordinador parlamentario el mozalbete Julián Abarca Toledano, de apenas 24 años, condición que él mismo presume cada vez que puede, al decir que es el líder parlamentario priísta más joven de todo el país, le han colocado a su costado a dos hombres que serán los que realmente llevarán la negociación con las otras bancadas parlamentarias, y me refiero a los congresistas Julio Espín Navarrete, que goza de toda la confianza de Maricela Sánchez Cortés, ex candidata del PRI al Gobierno del Estado en el 2006; y Javier Mújica Díaz, que fue designado para cuidar los intereses del otro grupo priísta que encabeza Amado Orihuela Trejo, aspirante a dirigir los destinos del tricolor en Morelos.
Abarca Toledano no es más que una figura decorativa, que no tomará decisiones, eso mientras que los diputados priístas arremeten con todo para quedarse con todos los puestos importantes al interior de la Cámara de Diputados.
Como mencione al inicio, los priístas en estos meses de disputa aprendieron que tienen que ir a la negociación para poder lograr sus fines, así que desde el pasado fin de semana buscan negociar con el bloque conocido como el G-5 (integrado por nueve diputados del PRD, PT, Convergencia, Nueva Alianza y Verde Ecologista) para quedarse los dos años restantes al frente de la Junta Política y de Gobierno.
El objetivo priísta es sacar totalmente de la jugada al Partido Acción Nacional en el Congreso local y relegarlo de tal modo, que el propio gobernador Marco Antonio Adame Castillo se vea forzado a negociar con la oposición, y no usar para ello al líder parlamentario del panismo Luis Miguel Ramírez Romero, que con su actitud poco combativa ha permitido que al interior del Congreso local, se realicen negociaciones sin siquiera tomarlo en cuenta.
El acercamiento entre los diputados priístas y el G-5 parece rendirá frutos, porque unidos cuentan con 24 votos que les permite llevar a cabo reformas a la Ley Orgánica del Congreso del Estado, sin problema alguno, y los panistas no serán más que simples espectadores.
El único problema para concretar esta alianza, es que nadie asegura que los diputados priístas sostengan otro enfrentamiento que los divida nuevamente en dos bloques, como sucedió durante los últimos meses.
De ser así prevalecería la inestabilidad, como ha sucedido, pues basta recordar que en nueve meses los diputados del tricolor han cambiado en cuatro ocasiones a su líder parlamentario.
En esta ocasión, al menos tienen la seguridad de que su nuevo líder, Abarca Toledano, no moverá un solo dedo por su propia cuenta y que cualquier decisión que tenga que tomar, es porque así lo han determinado sus compañeros.
La solución para los priístas fue imponer en el máximo órgano de decisiones del Congreso local a alguien que no ata ni desata, y que gracias a su poco carácter permitirá que los diputados puedan llegar a una negociación.
Y eso se vio reflejado ayer, cuando Julián Abarca Toledano rehuyó a sostener entrevistas con la prensa, para hablar de los primeros acuerdos logrados al presidir por primera ocasión la reunión de la Junta Política y de Gobierno, ya que tiene prohibido hablar si antes no recibe la instrucción de los dos diputados, que como dije antes, tienen la encomienda de aconsejarle que decir, que negociar, y con quien pactar.
Así que no le sorprenda que antes de que culmine este periodo ordinario de sesiones, el 15 del próximo mes, los diputados le den un albazo al PAN, reformen la Ley Orgánica y le quiten la oportunidad al coordinador parlamentario del blanquiazul Luis Miguel Ramírez Romero de presidir la Junta Política y de Gobierno.
De otras cosas…
Hoy los diputados están citados para sesionar a las 11 horas, pero muchos ya advirtieron que no se presentaran al recinto legislativo hasta que termine el partido entre México y Uruguay, que inicia a las nueve de la mañana… Hasta el próximo martes.