La Lengua de Señas Mexicana (LSM) es una herramienta para las personas con discapacidad auditiva y está dotada de función lingüística, rica y compleja en gramática y vocabulario, como cualquier lengua oral, explicó Abraham Bahena Castro en su conferencia “La lengua de señas como medio para la socialización y la educación”, organizada por la Unidad de Gestión Universitaria.
Abraham Bahena, quien es egresado de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) e intérprete de LSM, compartió su experiencia de 13 años como intérprete de lengua de señas, en la que destacó la importancia de la lengua de señas como herramienta de socialización.
Dijo que cuando en la familia hay un hijo o hija con discapacidad auditiva, los padres pueden aprender lengua de señas para enseñarle el idioma y comunicarse.
“La primera lengua que aprende un niño con discapacidad auditiva será la lengua de señas y posteriormente será una segunda lengua como el español escrito, lo que convierte a la familia en bilingüe, es un enfoque que necesita promoverse en todas las familias que cuenten con un diagnóstico de un hijo con discapacidad auditiva”, dijo.
Agregó que, en la mayoría de casos, ante un diagnóstico de sordera o pérdida auditiva, se silencia en la familia porque se cree que con una discapacidad auditiva ya no se puede comunicar ni entender, “algo que es totalmente falso, porque es fundamental expresar los gestos faciales y corporales hacia el bebé aunque no escuche”, comentó.