Buscan participar en toma de decisiones en torno a plan oficial de retorno a las aulas.
La dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de la Asociación Estatal de Padres de Familia (Aepaf) formaron un frente común para establecer mesas de trabajo con las autoridades estatales y tomar decisiones conjuntas con respecto al regreso presencial a clases en Morelos.
Mauricio Miranda Villalva, presidente de la Aepaf, informó que sostuvo una reunión con la secretaria general de la Sección 19 del SNTE, Gabriela Bañón Estrada, en la que se acordó como primer punto el presentar una solicitud conjunta y de manera formal al gobierno del estado para que se les brinde información sobre el plan oficial en la entidad.
Para ello proponen que se instalen cuanto antes mesas de diálogo y de trabajo, pues hasta ahora no se han concretado, a pesar de que avanzan los días del receso escolar, con miras al inicio del ciclo escolar 2021-2022, que arranca el 30 de agosto.
Coincidieron en que es necesario saber cómo están los centros escolares para saber con precisión qué acciones se tienen que tomar, para que estén en condiciones adecuadas para el retorno a las aulas, y definir con base en datos precisos una fecha factible.
Miranda Villalva destacó que se dialogó con la dirigencia del SNTE y se definió que no será obligatorio, en lo inmediato, el uso de uniformes escolares, pero se recomendaría por otro lado a los padres tener cierto orden en la vestimenta de los estudiantes.
Además, la Aepaf puso sobre la mesa la importancia de que haya mesura en la lista de útiles escolares, “sin listas enormes como muchas veces se hacía”, pues la economía familiar en términos generales se ha visto muy afectada por la pandemia. Los alumnos podrán usar los materiales del ciclo anterior.
“Lo que acordamos formalmente es presentar una agenda conjunta, que podamos expresar las necesidades de las escuelas, tanto desde el punto de vista de los maestros como el de los padres de familia. Esperamos que ahora sí ya nos oiga el Congreso y el Ejecutivo estatal a fin de lograr los recursos necesarios para esto”, anotó.
Respecto a la fecha de regreso presencial a clases dijo que primero pedirán información detallada: “recuerdo que la secretaria de Educación Pública dijo que cada escuela hiciera lo que quisiera y luego ella llama a que los padres cooperen, entonces ¿qué vamos a hacer o cómo se va a hacer?”.
Miranda Villalva dijo que muchos padres de familia reportaron que los directores y maestros ya empezaron a mandar mensajes por mail o por mensajería electrónica, diciendo que designen a cinco padres de familia para que vayan a limpiar las escuelas. En algunos casos (según comentarios de los tutores) se les ha pedido que ellos paguen los productos de limpieza y presuntamente después el director o directora les repondría el dinero.
La Aepaf y el SNTE acordaron reunirse nuevamente la próxima semana para emitir un documento conjunto.
Por su parte la secretaria general de la Sección 19 del SNTE, Gabriela Bañón Estrada, destacó que es imperante que se establezca el diálogo con autoridades estatales y los padres de familia, para trabajar de manera conjunta y aminorar la incertidumbre que existe.
El comité seccional, informó, lleva a cabo recorridos por las diferentes (divisiones) regionales para conocer de viva voz y de manera directa cuáles son las necesidades que observan las maestras y los maestros para apoyar el regreso seguro a clases.
A través de un comunicado, la dirigencia de la Sección 19 del SNTE informó que este miércoles “dio seguimiento a la jornada nacional de apoyo para un regreso a las escuelas seguro, en las siete regiones sindicales de la entidad: Cuernavaca, Jojutla, Yautepec, Jiutepec, Cuautla, Alpuyeca y Jonacatepec.
Los representantes sindicales efectúan recorridos, para conocer con exactitud las condiciones en las que se encuentran los planteles y reportar a las autoridades municipal, estatal o federal las necesidades de infraestructura y servicios (principalmente de agua potable), indispensables para el retorno ordenado, seguro y cuidadoso.
Entre los objetivos está que las escuelas sean espacios seguros para la comunidad educativa, donde la posibilidad de contagio sea menor y la integridad de los alumnos esté a salvo”.