En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) informó que se capacita a operadores de justicia terapéutica para prevenir los síntomas del síndrome de "burnout".
Con el objetivo de brindar información acerca del síndrome de "burnout", factores sociales que lo denotan, las sintomatologías que provocan y sus consecuencias, así como proporcionar algunas estrategias para prevenir y manejar este síndrome en los operadores del programa de Justicia Terapéutica, autoridades de los tribunales de Justicia Terapéutica de Morelos, Estado de México, Chihuahua, Durango y Nuevo León participaron en la capacitación virtual “Prevención del Síndrome de Burnout en los operadores del Programa de Justicia Terapéutica en México”, informó la magistrada y responsable del Tribunal de Justicia Terapéutica, María Idalia Franco Zavaleta.
El síndrome de "burnout" o "síndrome del trabajador quemado" hace referencia a la cronificación del estrés laboral, éste se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador.
Aunque esta no es una enfermedad en sí misma, cuando una persona presenta el síndrome de desgaste profesional puede sentirse agotada todos los días, tener una actitud cínica, sentirse desmotivado e insatisfecho con su trabajo; el síndrome de desgaste puede estar acompañado por síntomas físicos, tales como dolores de cabeza, náuseas y dificultades para dormir.
Lo anterior, dijo la magistrada, forma parte de la implementación, consolidación y expansión del programa de Justicia Terapéutica en México, que se encuentra coordinando desde hace algunos meses la Secretaría de Gobernación, a través de la Unidad de Apoyo al Sistema de Justicia, para contribuir a reducir la reincidencia delictiva.
Franco Zavaleta refirió que se atiende la posible relación que subsiste entre los trastornos por uso de sustancias y conducta delictiva imputada, propiciando la rehabilitación y reinserción social de las personas implicadas, en cumplimiento del Programa Nacional de Política Integrada y Diferenciada de Drogas.
Este proyecto de carácter nacional e internacional es resultado de la coordinación bipartita con la Comisión Nacional Contra las Adicciones y es parte de las acciones de cooperación interinstitucional con la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de las Droga de los Estado Americanos (CICAD-OEA).