Luego de la trifulca entre guardias del Congreso local e inspectores del Ayuntamiento de Cuernavaca, el alcalde José Luis Urióstegui Salgado señaló que el asunto se canalizará a la contraloría para investigar los hechos.
Señaló que si hubo algún acto indebido se procederá en contra de los servidores del municipio, pero si la agresión fue de la parte contraria se pedirá al Poder Legislativo que se valore al personal que tiene a su servicio.
Urióstegui Salgado dejó en claro que la autoridad municipal tiene facultades legales para inspeccionar el comercio y, en su caso, retirar de la vía pública a quienes no cuentan con permisos en regla.
Por otro lado, el edil dio a conocer que se darán de baja alrededor de 200 vehículos que están en calidad de chatarra, pues no tienen reparación y no operan desde hace varios años.
Además sostuvo que continuará la evaluación de funcionarios y de cada área para definir la permanencia o no de personal, así como la asignación de recursos materiales.