El exgobernador y diputado federal Cuauhtémoc Blanco Bravo rechazó las acusaciones en su contra por presunto abuso sexual, al sostener que de fondo se trata de un asunto político.
Argumentó que el exfiscal general Uriel Carmona Gándara solicitó su desafuero en represalia porque el exfutbolista lo denunció previamente por extorsión.
"Ya estuvo bueno que me agarren de piñata, que se me acuse de cosas que yo no hice", sostuvo en conferencia de prensa el exmandatario estatal; sin embargo, Blanco Bravo afirmó que no va a renunciar a su cargo y está dispuesto a que siga el proceso a fondo.
De igual manera, el legislador morenista rechazó señalamientos sobre presuntos manejos irregulares de recursos en su administración y afirmó que se tiene que revisar a detalle; si algún exsecretario cometió algún delito que se proceda, anotó y aseveró que "el que la deba que la pague".