*“Me siento tranquila y orgullosa de haber actuado con valentía, congruencia y sin titubeos”, afirma, tras la sesión en la Cámara de Diputados en la que se desechó la solicitud de desafuero en contra del exgobernador Cuauhtémoc Blanco*
En un acto de “censura y violencia política” dentro del Congreso de la Unión, la diputada federal Meggie Salgado Ponce fue silenciada por órdenes del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Carlos Gutiérrez, mientras intentaba emitir su postura sobre el caso Cuauhtémoc Blanco.
Esto ocurrió durante la sesión ordinaria de este martes, en la que se discutió y votó el dictamen de la Sección Instructora que resolvió la improcedencia de la solicitud de desafuero en contra del exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Durante su intervención, la legisladora buscaba representar “la voz de las mujeres que han sido calladas en Morelos”. Sin embargo, al tomar el micrófono, Gutiérrez ordenó cortar su sonido, impidiéndole continuar con su participación. Lo anterior ocurrió cuando Salgado Ponce manifestaba ser “la voz de aquellas que no la tienen”.
Minutos después, diputadas de Morena subieron a la tribuna para abrirle la puerta al exgobernador Cuauhtémoc Blanco, permitiéndole tomar la palabra y defenderse de las acusaciones en su contra. Esta acción generó indignación entre legisladores de oposición, quienes respaldaron a la diputada Salgado Ponce y condenaron el acto de censura.
Después de la sesión, la diputada Meggie Salgado emitió una declaración sobre el incidente: “¿Fue violencia? no, pero hoy fue un día importante para las mujeres. Hicimos historia, aunque lamentablemente perdimos la oportunidad de dejar un precedente. El silenciarme refleja lo que siempre se ha hecho con nosotras: ‘calladita te ves más bonita’. No buscamos enjuiciar a nadie, sino establecer justicia con perspectiva de género”.
Luego, Salgado reafirmó su compromiso: “Me siento tranquila y orgullosa de haber actuado con valentía, congruencia y sin titubeos. Estoy aquí para representar a las mujeres y defender a las que no pueden alzar la voz.”
Finalmente, concluyó: “México necesita un cambio profundo. Lo que hemos hecho hasta ahora nos ha traído hasta aquí. Me da esperanza ver que las nuevas generaciones de mujeres luchan con dignidad y valentía”.