El juez resolvió que era improcedente vincularlos a proceso por el delito de robo calificado porque consideró que éste no se consumó, ya que el dinero fue encontrado en el interior de la patrulla T-194 en la cual viajaban los tres policías acusados.
Lo anterior permitió a los imputados salir del penal de Atlacholoaya debido a que el juicio que enfrentarán será por el delito de ejercicio indebido de funciones, mismo que no está previsto en el catálogo de delitos graves que permite dictar la prisión preventiva de manera oficiosa.
De acuerdo a los datos recabados por la FGE, los tres policías municipales aprovecharon que minutos antes un comando de cinco personas ingresó al IIE a bordo de un automóvil Jetta de color negro, amagando a los dos policías privados encargados de dar el acceso al lugar; los empleados fueron amarrados de sus pies y manos mientras que los sujetos ingresaron al cajero de Santander.
Minutos después llegaron los policías municipales, quienes permitieron la huida de los cinco delincuentes y aprovecharon para meter el dinero en bolsas de plástico a la patrulla; los policías fiueron descubiertos por elementos del Mando Único, que los pusieron a disposición del Ministerio Público.
Tras una audiencia de varias horas, el juez determinó que no se consumó el robo y por ello reclasificó el delito, permitiendo así que los tres implicados abandonen el penal; tendrán que firmar el libro de registros de la unidad de medidas cautelares, cada 15 días.
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