Ayala.- Los habitantes de la comunidad de Xalostoc retuvieron por más de tres horas a siete funcionarios del Ayuntamiento que acudieron a la ayudantía a atender sus reclamos por la falta de obras. Los vecinos exigieron así la presencia del alcalde Antonio Domínguez Aragón, quien se negaba a acudir con el pretexto de tener una actividad.
Los inconformes aseguraron que en lo que va de la presente administración municipal, el alcalde los ha mantenido en el olvido y la marginación al no cumplir con la realización de las obras que prometió, por lo que el poblado se mantiene en la inseguridad total por la penumbra ante la falta de alumbrado público y patrullajes de la policía.
Al llegar el alcalde, fue recibido con numerosos reclamos a grito abierto por no haber obras públicas en lo que va de su gestión y lo obligaron a comprometerse a destinar recursos económicos para mejorar la infraestructura urbana, la seguridad pública y los servicios públicos.
A gritos, los pobladores lograron que el presidente municipal aceptara entregar de manera inmediata 100 focos con sus respectivas balastras para la rehabilitación del alumbrado público de la población, así como destinar una patrulla, una ambulancia, un carro de basura y otro de bomberos que estarán de base en esa localidad para atender las emergencias y reforzar la seguridad pública.
Después de tres horas de negociación, los habitantes de Xalostoc también consiguieron que el edil Antonio Domínguez aceptara gestionar dos millones de pesos para la realización de obras públicas en esta localidad y en el fraccionamiento Valle del Pedregal.
Dicho recurso se destinará a la pavimentación y rehabilitación de varias calles, la construcción de la barda perimetral del panteón “Amor Eterno” así como agilizar las escrituras de este cementerio, la limpieza del pozo y reparación de la bomba de agua, así como la realización de infraestructura hidráulica.
De igual manera solicitaron la fumigación para combatir el mosco transmisor del dengue, el abasto de medicamentos para el centro de salud, la rehabilitación del puente La Cuera, instalar cámaras de seguridad en las escuelas, así como la presencia de un velador.
Una vez firmado el acuerdo, los habitantes dejaron marchar al presidente municipal y a sus siete funcionarios que habían sido retenidos para forzar la presencia del alcalde.