De acuerdo con el relato de una persona que estuvo en el mismo lugar donde se originó el accidente, los hechos fueron diferentes. Afirma que ese día se encontraba junto con su familia frente a la Escuela Primaria “Gregorio Torres Quintero”, de la colonia Cuautlixco, cuando vieron que de norte a sur venía un joven montado a caballo entre los contingentes que se preparaban para participar en el desfile, así como entre los cientos de asistentes al evento.
Menciona que se trataba de un joven vestido con ropa vaquera, quien se dirigió a un grupo de jovencitas que se encontraban en ese punto; mismas que, al verlo, estallaron en gritos. Lo que espantó al caballo y, por ende, empezó a lanzar patadas y reparos, lesionando a quien encontraba a su paso. El jinete que se había bajado a saludar de beso a las estudiantes no pudo controlar al equino, el cual salió en estampida brincando entre la gente.
“Yo estaba enfrente de la Primaria ‘Gregorio Torres Quintero’, estaba con mis hijos y veo que va llegando un caballo con el jinete, un joven que iba vestido de ropa vaquera normal. Entonces yo creo que le habló una de esas chicas; estaban unas chicas, unas 40 o 50 chicas, y creo que le hablaron a él o creo que ya venía adonde estaban ellas y que llega con el caballo y se baja el jinete. Todavía les fue a dar hasta un besito a las chicas; entonces, en el momento de bajar el chavo, empiezan a dar gritos de gusto, de que se había bajado el chavo, y el caballo claro que empieza a dar patadas a todos lados”, apuntó quien pidió omitir su nombre.
El testigo agrega que al ver fuera de control al caballo protegió a su familia, pero alcanzó a ver cómo muchas personas fueron golpeadas a su paso. Asimismo, insiste en que los gritos de las jovencitas –que fueron en grupo a tratar de abrazar al joven como si se tratara de alguien famoso– fueron lo que detonó el accidente. “Todas empiezan a gritar y se empieza a asustar el caballo y dio unos reparos, unas patadotas; atrás había bastantes chicas y desde ahí el chavo empieza a jalar. El que llevaba el caballo y que se le chispa, se le chispó y desde ahí se echa a correr y empezó a hacer sus desastres.”
Entre la confusión, todos le quitaron la atención al jinete, quien desapareció del lugar. Mientras tanto, todos atónitos empezaron a ver la estela de heridos que el caballo sin control había provocado a lo largo de 500 metros, hasta que algunos jóvenes lo detuvieron. “Ya no vi para dónde se fue el jinete; solamente vi cuando el caballo se echó a correr como si fuera campo libre. Había bastante gente tirada por todas partes, gente grande, niños, estudiantes, en medio de mucha sangre”, afirma.
A la fecha, nadie sabe dar una explicación acerca de qué hacía un caballo en ese punto del desfile ni quién autorizó a una secundaria privada llevarlo; ni tampoco se sabe quién era el joven jinete, pues hasta ahora se han negado a presentar su declaración ante el Ministerio Público.