Por ahora las aguas son benéficas para los cultivos.
Cuautla.- El origen del agua turbia “achocolatada” que desde el 27 de julio pasado invade el cauce del río Cuautla podría ser de origen volcánico, dado que proviene de la parte alta y media de la serranía, de donde el agua de lluvia podría estar arrastrando lodos con alto contenido de nutrientes pero también presencia de elementos que podrían llegar a ser nocivos en caso de rebasar los índices.
Así lo informó Ranulfo Flores Benítez, presidente de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco), quien dijo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dio a conocer los primeros resultados de los análisis realizados a dicha agua.
“Se detectó que vienen más arriba de Yecapixtla, vienen de la serranía. Eso me lo está dando por escrito la Comisión Nacional del Agua porque se anduvo supervisando si había algún colector, fábrica descargando agua y no se encontró nada. Entonces el caudal de agua viene desde la parte alta, entonces la misma Conagua por escrito nos está informando que esa agua son lodos que salen de la serranía, pero se está con la sospecha que sea de origen volcánico por la cantidad de material de lodos”, explicó.
Dijo que por ahora el agua podría beneficiar a los cultivos; sin embargo, se teme que al elevarse la concentración de los sedimentos, estos pudieran afectar las plantaciones de caña, arroz y hortalizas que son regadas con el agua del río Cuautla.
“Porque el agua no huele, pero sí ya nos mandó los estudios de laboratorio, trae mucho nutriente, a las plantas les sirve, pero el temor es que va a llegar el momento en que se exceda y si nos afecte, porque trae sales minerales, trae fósforo, trae muchas cosas que si cuando rebase el límite va a afectar las plantas, sigue investigando la Conagua que no afecte las plantas o que otros químicos trae por el uso acuícola”, agregó.
Destacó que durante 10 días fue constante el aspecto turbio obscuro del agua del río Cuautla, hubo un periodo de tres o cuatro días que el agua se aclara, pero volvió a salir turbia, lo que coincide con las precipitaciones pluviales.
Algunas autoridades del sector agrícola habían considerado que con el sismo del 19 de septiembre fueron removidas algunas corrientes subterráneas que podrían propiciar el arrastre de cenizas y diversos minerales.
El dirigente campesino manifestó que se mantendrá constante el monitoreo de las aguas por parte de la Conagua, a fin de detectar a tiempo alguna variación de riesgo, por lo que las visitas de campo no serán suspendidas, para estar alertas a algún cambio en el agua del río Cuautla.