Los familiares de las víctimas lo contradicen y lo acusan de favorecer la prescripción de los delitos.
Cuautla.- Para el fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, el caso de las tumbas de Tetelcingo, donde de manera irregular fueron inhumados 118 cuerpos por parte de esa dependencia, es un asunto cerrado y terminado, en el que solo faltan algunas diligencias para dar por finiquitado el asunto. En la misma situación está el caso de las tumbas de Jojutla.
“El caso de las tumbas de Tetelcingo, por cuanto hace a Tetelcingo, es un tema cerrado que está terminado, tenemos la situación en Jojutla donde faltan algunos cuerpos o material que excavar y son temas que están prácticamente cerrados. Hemos ido de la mano en estos temas con el gobernador Cuauhtémoc Blanco y creo que le vamos a dar una terminación pronta”, aseguró en entrevista.
Sin embargo, fue interrumpido por familiares de las víctimas, quienes lo desmintieron al asegurar que no todos los cuerpos exhumados están identificados ni mucho menos entregados a sus familiares. Amalia y María Hernández, familiares de Oliver Wenceslao Navarrete, aseguraron que aún faltan cuerpos por exhumar.
“Por desconocimiento creo que no sabe que faltan todavía 31 cuerpos más por exhumar de Tetelcingo, según las referencias que dan los testimonios de los propios policías que fueron a acompañar la inhumación de esos cuerpos; por lo tanto, no podemos decir que el caso Tetelcingo está concluido hasta no revisar la tumba que todavía está pendiente”, le reclamaron.
El fiscal Uriel Carmona acudió por primera vez a la Fiscalía Regional Oriente, después de ocho meses de haber sido designado en el cargo, donde desde hace meses prevalece la anarquía que afecta el avance en las carpetas de investigación y donde también hay inconformidad de los funcionarios por el comportamiento prepotente de la encargada Adriana Pérez. Para ello mandó a cerrar todos los accesos para sostener una reunión a puerta cerrada.
Al salir ya lo esperaban numerosas personas y líderes sociales, quienes lo interceptaron en las escaleras para exigirle una reunión a fin de presentarle las denuncias por numerosas irregularidades que prevalecen en dicha fiscalía, debido al abandono en el que se le ha mantenido durante los seis años del pasado gobierno de Graco Ramírez.
Al taparle el paso, lo acusaron de estar obstaculizando el avance de las investigaciones para dar tiempo a que prescriban los delitos a favor de los presuntos delincuentes, por lo que exigieron una reunión de inmediato. Carmona Gándara se vio obligado a recibir en una oficina a dirigentes transportistas y los familiares de Oliver Navarrete Hernández, cuya investigación por su homicidio se encuentra estancada igual que la de los 118 cuerpos que fueron exhumados de las fosas clandestinas de Tetelcingo.