Estamos celebrando el Centenario de la Revolución; sin embargo, hay que resaltar que muchos de los males que como sociedad padecemos son resultado de los incentivos perversos que provoca nuestra legislación, por lo que se hace necesaria la reflexión sobre algunos temas muy concisos y proponer alternativas de solución.
Policías: Tienen bajos salarios; si mueren en servicio, la pensión que se asigna a sus familiares es raquítica, o si quedan incapacitados, el apoyo que reciben es insuficiente. Por otro lado, los delincuentes ganan grandes cantidades de dinero en sus actividades de narcotráfico. Por lo que estos criminales pagan un buen monto a los policías cuando están a su servicio; en algunas ocasiones si se niegan a coludirse, los criminales los matan. De ahí esa frase tan popular “plata o plomo”, es decir, los policías tienen la opción de corromperse y ganar grandes sumas de dinero o ser honestos, ganar poco dinero y enfrentar la posibilidad de ser baleados. De tal manera que la sociedad por pretender ahorrarse dinero en el salario y capacitación de esos policías, ha provocado tener cuerpos policiacos al servicio del narco. Resultado, una gran inseguridad en todo el país. Lo que se tendría que hacer es mejorar sensiblemente el salario y la capacitación; asimismo, legalizar el uso de sustancias como la mariguana y cocaína. De tal manera que los narcos no contarían con tantos recursos mientras que los policías gozarían de un empleo y salario digno. Los perdedores serían los criminales y la gran beneficiaria sería la sociedad que contaría con policías más confiables y mejor capacitados, lo que haría disminuir la delincuencia.
Ley laboral: Fue redactada en buena medida para sancionar los atropellos que se cometieron en contra de la clase trabajadora durante el porfiriato. Llegando a tal grado de paternalismo e inequidad esta ley, que la carga de la prueba le corresponde al demandado, es decir, si alguien demanda haya o no sido trabajador, sus aseveraciones se toman como ciertas, caso contrario a como opera el derecho civil, penal o mercantil donde el demandante tiene la obligación de demostrar sus dichos. Por tal razón, las relaciones laborales son malas y abundan las controversias. Resultado, estamos padeciendo un gran desempleo y el cierre de empresas. En este caso, se debería cambiar la legislación laboral, que tuviera como objetivo fundamental las ganancias en productividad, la generación de empleos y las relaciones armónicas obrero-patronal. Los perdedores serían los abogados laboralistas inescrupulosos y los beneficiarios serían los trabajadores ya que habría más empleo.
Clase política: la actual legislación electoral favorece a los partidos políticos y a la cúpula partidista, de tal manera que los regidores, presidentes municipales, diputados locales y federales, senadores y hasta los gobernadores tienen como objetivo fundamental quedar bien con el presidente de su partido y a cambio este último apoye al político en cuestión para ocupar nuevos puestos, y el interés de los ciudadanos queda relegado ya que por un lado está prohibida la reelección y por otro es prácticamente imposible alcanzar este tipo de cargos por la vía independiente, llegando el caso extremo de que la ley lo prohíbe. Resultado, tenemos malos gobernantes que pueden permanecer ocupando puestos públicos indefinidamente siempre y cuando estén bien con la cúpula partidista. Cambios. Permitir la reelección inmediata por un período para ver el impacto que tendría en la sociedad y asimismo se deberían aceptar las candidaturas independientes a cualquier puesto de elección popular. Así se generarían incentivos para una buena gestión pública y presentarse para la reelección. Los grandes beneficiarios seríamos los ciudadanos de a pie, los perdedores las cúpulas partidistas.
La prensa y el poder: Existen medios de comunicación que no tienen como prioridad la objetividad, credibilidad o penetración entre la población, su objetivo principal es recibir una jugosa cantidad de dinero de las autoridades, a cambio ofrecen dar una cobertura informativa muy favorable a su gestión. Para la mayoría de los políticos es más cómodo disponer de los recursos públicos y recibir una promoción favorable que concentrarse en una buena gestión gubernamental; así el gran perdedor es la ciudadanía que a sus costillas se sostienen medios de comunicación que lo que buscan es desinformar. Propuesta, que el Congreso del Estado prohíba destinar más del uno por ciento del presupuesto gubernamental para publicidad y debe estar distribuido en función de la penetración de cada medio, además de tener la obligación cada dependencia de informarlo en sus sitios oficiales cómo y en qué medios gasta esos recursos. Los medios se regirían por la calidad de sus análisis, la objetividad de su información y la penetración entre la sociedad, ya que ésa sería la fuente fundamental de sus ingresos, que dicho sea de paso así operan el resto de las empresas de nuestra economía. Con esta modificación, los políticos estarían más preocupados por hacer una buena gestión y se evitaría que un medio como venganza por no haber recibido la cantidad solicitada inicie una campaña tendenciosa en contra de un gobierno. Con esta modificación legal, el gobierno del estado así como todas las entidades públicas además de los municipios estarían impedidos incurrir en gastos de publicidad excesivos. Para ser viable una modificación de este tipo, no debe llevar un beneficiario o un perjudicado en particular, por lo que debería de entrar en vigor el 1º de enero de 2013 cuando estaremos estrenando nuevas autoridades, y a estas alturas no se sabe ni qué partido ni qué personas estarán ejerciendo el poder. Ganadores los electores, perdedores los medios de comunicación que únicamente quieran vivir del presupuesto gubernamental.
En conclusión, muchos de los males que padecemos como la impunidad, la corrupción, el desempleo, la inseguridad, la poca objetividad de los medios de comunicación y el mal desempeño de nuestros gobernantes se debe a que tenemos un marco normativo que incentiva este tipo de comportamientos y no porque los mexicanos, morelenses o cuernavecenses o seamos particularmente corruptos o inmorales. Por lo tanto, urge cambiar el actual marco normativo que beneficia a unos cuantos y perjudica a la sociedad en su conjunto y que nos puede llevar a un nuevo estallido social. Claro que los ganones del actual estado de cosas se van a oponer.
P.D. Es de esperarse que en los próximos días tengamos noticias del secuestro de Diego Fernández de Cevallos y seguramente nos vamos a llevar muchas sorpresas. Estaremos atentos.
Hasta el próximo lunes.