La regidora priista reconoció a la diputada por el Partido del Trabajo, Tania Valentina, de quien, dijo, “se sintió indignada por las agresiones que sufrí, porque como ella comenta, no sólo me agredieron a mí, sino a todas las mujeres de nuestro estado, por la discriminación que estoy sufriendo”.
Recordó que la legisladora “subió a tribuna y se propuso un punto de acuerdo en el que se estableció que se acate lo que la Comisión Derechos Humanos del Estado de Morelos dictamine; sin embargo, hay un pero… y es que ahí señalaron que la queja no pasaba por ser funcionaria pública y mi agresor también”.
Al parecer de la concejal, “no consideraron mi calidad de mujer y de mayor vulnerabilidad con relación a una persona de 1.80 metros de altura, con mi estatura, no consideraron eso y simple y sencillamente dijeron que eran usos y costumbres y que la autonomía municipal no se podía vulnerar y en eso estamos”.
Pero, anunció, “estamos en eso, vamos a seguir manifestándonos; pero ahora con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, porque aquí ya dijeron que no pasa. Mientras tanto, el director sigue en su cargo y hasta se burla”, lamentó.
Y además denunció que “dos vecinas de esta comunidad fueron sacadas por la fuerza de sus casas y, pasando por encima de todos los preceptos de derecho y las garantías de las mismas, fueron encarceladas por dos días y sometidas a burlas de los elementos al mando del director de la policía”, sostuvo.
Señaló que “injustamente fue a sacarlas de su casa, donde al parecer se dedican a conseguir créditos y no han podido gestionar como debe de ser los apoyos; la gente se ha quejado porque al parecer se les han pedido cooperaciones de 10 a 50 pesos y las personas dieron a conocer esta situación.
“Esto bastó para que fueran detenidas por el director, quien actuó como policía, ministerio público, juez y ejecutor de una sentencia, porque las encerraron por dos días y cuando me mandaron traer, me dijo el representante de Derechos Humanos que si yo había ido a hablar con el director, a lo que le dije que no, porque el director me agrede, me golpea… le dije que yo ya no hablo con él”.
En este sentido, recordó que “yo fui exclusivamente a hablar con las detenidas, quienes, en caso de que tuvieran alguna culpa, no era la forma de llevar a cabo su detención, pues además de ello, las estaban humillando diciéndoles los propios policías que las iban a ‘calentar’ en la nochecita”.
Señaló que sobre este asunto se habló con el síndico municipal, Lauro Rodríguez Marín, “pero como siempre, les dio el lado a ellos”.